lunes, 12 de agosto de 2013
Jr 29, 8 No se dejen engañar por sus adivinos
8 Porque así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de
Israel: No se dejen engañar por los profetas que están en medio de ustedes, ni por
sus adivinos; no escuchen los sueños que ellos sueñan,
(C.I.C 2116) Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios,
la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone
‘desvelan’ el porvenir (Cf. Dt 18, 10; Jr 29, 8). La consulta de horóscopos, la
astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los
fenómenos de visión, el recurso a ‘mediums’ encierran una voluntad de poder
sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo
de granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el
honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios.
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