viernes, 9 de agosto de 2013
Jr 17, 5-6 Maldito el hombre que confía en el hombre
5 Así habla el
Señor: ¡Maldito el hombre que confía en el hombre y busca su apoyo en la carne,
mientras su corazón se aparta del Señor! 6 El es como un matorral en la estepa
que no ve llegar la felicidad; habita en la aridez del desierto, en una tierra
salobre e inhóspita.
(C.I.C 150) La fe es ante
todo una adhesión personal del hombre a
Dios; es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado. En cuanto
adhesión personal a Dios y asentimiento a la verdad que él ha revelado, la fe
cristiana difiere de la fe en una persona humana. Es justo y bueno confiarse
totalmente a Dios y creer absolutamente lo que él dice. Sería vano y errado
poner una fe semejante en una criatura (cf. Jr 17,5-6; Sal 40,5; 146,3-4).
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