sábado, 8 de diciembre de 2012
Tb13, 2 Sin que nadie escape de su mano
3 Porque él castiga y tiene compasión, hace bajar hasta
el Abismo y hace subir de la gran Perdición, sin que nadie escape de su mano.
(C.I.C 269) Las Sagradas
Escrituras confiesan con frecuencia el poder universal de Dios. Es llamado "el Poderoso de Jacob" (Gn
49,24; Is 1,24, etc.), "el Señor de los ejércitos", "el Fuerte,
el Valeroso" (Sal 24,8-10). Si Dios es Todopoderoso "en el cielo y en
la tierra" (Sal 135,6), es porque Él los ha hecho. Por tanto, nada le es
imposible (cf. Jr 32,17; Lc 1,37) y dispone de su obra según su voluntad (cf. Jr 27,5); es el Señor del universo, cuyo
orden ha establecido, que le permanece enteramente sometido y disponible; es el
Señor de la historia: gobierna los corazones y los acontecimientos según su
voluntad (cf. Est 4,17b; Pr 21,1; Tb 13,2): "El actuar con inmenso poder
siempre está en tu mano. ¿Quién podrá resistir la fuerza de tu brazo?" (Sb
11,21).
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