sábado, 29 de diciembre de 2012
Jb 38, 7 Cantaban a coro y aclamaban todos los hijos de Dios
(C.I.C 350) Los ángeles son criaturas espirituales que
glorifican a Dios sin cesar y que sirven sus designios salvíficos con las otras
criaturas: "Ad omnia bona nostra
cooperantur angeli" ("Los ángeles cooperan en toda obra buena que
hacemos") (Santo Tomás de Aquino, Summa
theologiae, 1, 114, 3, ad 3). (C.I.C 332) Desde la creación (cf. Jb 38, 7,
donde los ángeles son llamados "hijos de Dios") y a lo largo de toda
la historia de la salvación, los encontramos, anunciando de lejos o de cerca,
esa salvación y sirviendo al designio divino de su realización: cierran el
paraíso terrenal (cf. Gn 3, 24), protegen a Lot (cf. Gn 19), salvan a Agar y a
su hijo (cf. Gn 21, 17), detienen la mano de Abraham (cf. Gn 22, 11), la ley es
comunicada por su ministerio (cf. Hch 7,53), conducen el pueblo de Dios (cf. Ex
23, 20-23), anuncian nacimientos (cf. Jc 13) y vocaciones (cf. Jc 6, 11-24; Is
6, 6), asisten a los profetas (cf. 1R 19, 5), por no citar más que algunos
ejemplos. Finalmente, el ángel Gabriel anuncia el nacimiento del Precursor y el
del mismo Jesús (cf. Lc 1, 11.26).
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