martes, 18 de diciembre de 2012
2M 7, 28 Dios lo hizo todo de la nada
28 Yo te suplico, hijo mío, que mires al cielo y a la
tierra, y al ver todo lo que hay en ellos, reconozcas que Dios lo hizo todo de
la nada, y que también el género humano fue hecho de la misma manera.
(C.I.C 298) Puesto que Dios puede
crear de la nada, puede por el Espíritu Santo dar la vida del alma a los
pecadores creando en ellos un corazón puro (cf. Sal 51,12), y la vida del
cuerpo a los difuntos mediante la Resurrección. Él "da la vida a los
muertos y llama a las cosas que no son para que sean" (Rom 4,17). Y puesto
que, por su Palabra, pudo hacer resplandecer la luz en las tinieblas (cf. Gn
1,3), puede también dar la luz de la fe a los que lo ignoran (cf. 2Co 4,6).
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