martes, 22 de enero de 2019
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 421.
(Respuesta YouCat – repeticion)) Como métodos de
regulación consciente de la fecundidad la Iglesia remite a los métodos perfeccionados
de la autoobservación y de la planificación
familiar natural (PFN/RNF = regulación natural de la fecundidad).
Corresponden a la dignidad del varón y la mujer; respetan las leyes internas
del cuerpo femenino; exigen ternura y unas relaciones recíprocas respetuosas y
son por ello una escuela del amor.
Reflecciones y
puntos a profundizar
(Comentario CIC) (CIC 2370b) «Al lenguaje natural que
expresa la recíproca donación total de los esposos, el anticoncepcionismo
impone un lenguaje objetivamente contradictorio, es decir, el de no darse al
otro totalmente: se produce no sólo el rechazo positivo de la apertura a la
vida, sino también una falsificación de la verdad interior del amor conyugal,
llamado a entregarse en plenitud personal. [...] Esta diferencia antropológica
y moral entre la anticoncepción y el recurso a los ritmos periódicos implica
[...] dos concepciones de la persona y de la sexualidad humana irreconciliables
entre sí» (Familiaris Consortio, 32).
Para meditar
(Comentario YouCat) No es
indiferente que un matrimonio recurra a la anticoncepción o que aproveche el
ciclo de los días fértiles de la mujer para regular responsablemente, es decir,
generosamente la fecundidad. En el primer caso, distorsiona la naturaleza
propia de la relación íntima conyugal haciéndola intencionadamente infecunda;
en el segundo caso, respeta la integridad de esa relación íntima personal. La
Iglesia rechaza La anticoncepción —realizada por medios químicos (la
«pildora»), mecánicos (el preservativo), quirúrgicos (la esterilización) y
otros (la interrupción del acto)— no tanto por su carácter «artificial», cuanto
porque falsifica la relación personal conyugal privándola de su significado
natural propio (ser fecunda). La mentalidad anticonceptiva, que implica una
voluntad a ultranza de impedir la fecundidad, puede también afectar al uso de
los «métodos naturales», que entonces también sería ilegítimo. Pero cuando
recurre a los mencionados «métodos artificiales» la mentalidad anticonceptiva
tampoco se detiene ante Los daños que causan a la salud de la mujer, ni ante el
carácter abortivo de algunos de ellos (la espiral o la «pildora del día
después»), ni ante los diversos trastornos que ocasionan a la vida conyugal.
(Comentario CIC) (CIC 2372) El Estado es responsable del bienestar de los
ciudadanos. Por eso es legítimo que intervenga para orientar la demografía de
la población. Puede hacerlo mediante una información objetiva y respetuosa,
pero no mediante una decisión autoritaria y coaccionante. No puede
legítimamente suplantar la iniciativa de los esposos, primeros responsables de
la procreación y educación de sus hijos (cf
Populorm progressio, 37; Humanae vitae, 23). El Estado no está
autorizado a favorecer medios de regulación demográfica contrarios a la moral.
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