martes, 8 de enero de 2019
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 410
(Respuesta YouCat) El término «fornicación» (en griego porneia)
se refiere originariamente a prácticas sexuales paganas, como, por ejemplo,
la prostitución sagrada en el templo. Hoy el término se aplica a toda forma de
actos sexuales fuera de la unión matrimonial. Se usa con frecuencia con sentido
jurídico (abusos sexuales a menores y dependientes, etc.).
Reflecciones y
puntos a profundizar
(Comentario CIC) (CIC 2353) La fornicación es la unión carnal entre un hombre y
una mujer fuera del matrimonio. Es gravemente contraria a la dignidad de las
personas y de la sexualidad humana, naturalmente ordenada al bien de los
esposos, así como a la generación y educación de los hijos. Además, es un
escándalo grave cuando hay de por medio corrupción de menores.
Para meditar
(Comentario YouCat) Con
frecuencia la fornicación se apoya en la seducción, el engaño, la violencia, la
dependencia y los abusos. La fornicación es, portanto, una falta grave contra
el amor; ofende a la dignidad de la persona y niega el sentido de la sexualidad
humana. Los Estados tienen la obligación de proteger ante los abusos,
especialmente a los menores de edad.
(Comentario CIC) (CIC 2361) “La sexualidad [...] mediante la cual el hombre y la
mujer se dan el uno al otro con los actos propios y exclusivos de los esposos,
no es algo puramente biológico, sino que afecta al núcleo íntimo de la persona
humana en cuanto tal. Ella se realiza de modo verdaderamente humano solamente
cuando es parte integral del amor con el que el hombre y la mujer se
comprometen totalmente entre sí hasta la muerte” (Familiaris Consortio, 11). «Tobías se levantó del lecho y dijo a
[...] Sara: “Levántate, hermana, y oremos y pidamos a nuestro Señor que se
apiade de nosotros y nos salve”. Ella se levantó y empezaron a suplicar y a
pedir el poder quedar a salvo. Comenzó él diciendo: “¡Bendito seas tú, Dios de
nuestros padres [...]. Tú creaste a Adán, y para él creaste a Eva, su mujer,
para sostén y ayuda, y para que de ambos proviniera la raza de los hombres. Tú
mismo dijiste: ‘No es bueno que el hombre se halle solo; hagámosle una ayuda
semejante a él’. Yo no tomo a ésta mi hermana con deseo impuro, mas con recta
intención. Ten piedad de mí y de ella y podamos llegar juntos a nuestra
ancianidad”. Y dijeron a coro: “Amén, amén”. Y se acostaron para pasar la
noche» (Tb 8, 4-9).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario