domingo, 20 de enero de 2019
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 420.
(Respuesta YouCat) Sí, un matrimonio cristiano puede y
debe actuar responsablemente con el don de poder dar vida.
Reflecciones y
puntos a profundizar
(Comentario CIC) (CIC
2368) Un aspecto particular de
esta responsabilidad se refiere a la regulación de la procreación. Por razones justificadas (Gaudium et spes, 50), los esposos pueden
querer espaciar los nacimientos de sus hijos. En este caso, deben
cerciorarse de que su deseo no nace del egoísmo, sino que es conforme a la
justa generosidad de una paternidad responsable. Por otra parte, ordenarán su
comportamiento según los criterios objetivos de la moralidad: «El carácter
moral de la conducta [...], cuando se trata de conciliar el amor conyugal con
la transmisión responsable de la vida, no depende sólo de la sincera intención
y la apreciación de los motivos, sino que debe determinarse a partir de
criterios objetivos, tomados de la naturaleza de la persona y de sus actos;
criterios que conserven íntegro el sentido de la donación mutua y de la
procreación humana en el contexto del amor verdadero; esto es imposible si no
se cultiva con sinceridad la virtud de la castidad conyugal» (Gaudium et spes, 51).
Para meditar
(Comentario YouCat) En
ocasiones hay circunstancias sociales, psíquicas y de salud en las que un hijo
más podría suponer una gran exigencia para la pareja. Por ello hay criterios
claros que los matrimonios deben considerar: la regulación de la fecundidad no
quiere decir, en primer lugar, que una pareja excluya por principio la
concepción. En segundo lugar, no puede significar que se excluya a los hijos
por razones egoístas. En tercer lugar, no puede significar que se dé una
presión externa (como, por ejemplo, cuando el Estado decide cuántos hijos está
autorizada a tener una pareja). Y en cuarto lugar, no quiere decir que se pueda
usar para ello cualquier tipo de medios.
(Comentario CIC) (CIC 2369) “Salvaguardando ambos
aspectos esenciales, unitivo y procreador, el acto conyugal conserva íntegro el
sentido de amor mutuo y verdadero y su ordenación a la altísima vocación del
hombre a la paternidad” (Humanae vitae,
12).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario