miércoles, 16 de enero de 2019
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 417.
(Respuesta YouCat – repeticion) Según la voluntad de
Dios, el esposo y la esposa se encuentran en el placer erótico y sexual para
unirse en el amor más profundamente y permitir que de su amor surjan los hijos.
Reflecciones y
puntos a profundizar
(Comentario
CIC) (CIC 2364) El matrimonio constituye una “íntima
comunidad de vida y amor conyugal, fundada por el Creador y provista de leyes
propias”. Esta comunidad “se establece con la alianza del matrimonio, es decir,
con un consentimiento personal e irrevocable” (Gaudium et spes, 48, 1). Los dos se dan definitiva y totalmente el
uno al otro. Ya no son dos, ahora forman una sola carne. La alianza contraída
libremente por los esposos les impone la obligación de mantenerla una e
indisoluble (cf CIC can. 1056). “Lo que Dios unió [...], no lo separe el
hombre” (Mc 10, 9; cf Mt 19, 1-12; 1 Co 7, 10-11).
Para meditar
(Comentario YouCat) El
cuerpo, el placer y el disfrute erótico gozan de una alta estima en el
cristianismo: «El Cristianismo [...] cree que la materia es buena, que Dios
mismo asumió forma humana, que incluso en el cielo se nos dará un tipo de
cuerpo y que éste será una parte esencial de nuestra felicidad, belleza y
poder. El Cristianismo ha enaltecido el matrimonio más que cualquier otra
religión. Casi toda La alta poesía amorosa de la literatura mundial ha sido
elaborada por cristianos y el Cristianismo se opone a quien afirma que la
sexualidad es mala en sí misma» (C. S. Lewis, Perdón, soy cristiano). Pero el
placer no es un fin en sí mismo. Allí donde el placer de una pareja se cierra
en sí mismo y no está abierto a la nueva vida que pudiera surgir de él, no hace
justicia a la esencia del amor.
(Comentario CIC) (CIC 2365) La fidelidad expresa la constancia en el mantenimiento de
la palabra dada. Dios es fiel. El sacramento del Matrimonio hace entrar al
hombre y la mujer en el misterio de la fidelidad de Cristo para con su Iglesia.
Por la castidad conyugal dan testimonio de este misterio ante el mundo. San
Juan Crisóstomo sugiere a los jóvenes esposos hacer este razonamiento a sus
esposas: “Te he tomado en mis brazos, te amo y te prefiero a mi vida. Porque la
vida presente no es nada, te ruego, te pido y hago todo lo posible para que de
tal manera vivamos la vida presente que allá en la otra podamos vivir juntos
con plena seguridad. [...] Pongo tu amor por encima de todo, y nada me será más
penoso que apartarme alguna vez de ti” (In epistulam ad Ephesios,
homilia 20, 8).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario