lunes, 11 de diciembre de 2017
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 232
(Respuesta YouCat–repeticion) Pertenecen a toda
confesión el examen de conciencia, la contrición o arrepentimiento, el
propósito de enmienda,la confesión y la penitencia.
Reflecciones y
puntos a profundizar (Comentario
CIC) (C.I.C 1456) La confesión de los pecados hecha al sacerdote
constituye una parte esencial del sacramento de la penitencia: "En la
confesión, los penitentes deben enumerar todos los pecados mortales de que
tienen conciencia tras haberse examinado seriamente, incluso s i estos pecados
son muy secretos y s i han sido cometidos solamente contra los dos últimos
mandamientos del Decálogo (cf Ex 20,17; Mt 5,28), pues, a veces, estos pecados
hieren más gravemente el alma y son más peligrosos que los que han sido
cometidos a la vista de todos" (Concilio
de Trento: DS 1680): “Cuando los fieles de Cristo se esfuerzan por confesar
todos los pecados que recuerdan, no se puede dudar que están presentando ante
la misericordia divina para su perdón todos los pecados que han cometido. ‘Quienes
actúan de otro modo y callan conscientemente algunos pecados, no están
presentando ante la bondad divina nada que pueda ser perdonado por mediación
del sacerdote. Porque si el enfermo se avergüenza de descubrir su llaga al
médico, la medicina no cura lo que ignora'” (Concilio de Trento: DS 1680; cf. San Jerónimo, Commentarius in Ecclesiasten 10, 11: PL 23, 1096).
Para meditar
(Comentario YouCat) El
examen de conciencia debe ser a fondo, pero nunca puede ser exhaustivo. Sin
verdadero arrepentimiento, basado en una confesión de los Labios, nadie puede
ser absuelto de sus pecados. Igualmente es imprescindible el propósito de no
cometer ese pecado nunca más en el futuro. El pecador debe necesariamente
declarar el pecado ante el confesor, es decir, hacer una confesión del mismo.
Finalmente pertenece a una confesión la reparación o penitencia que impone el
confesor al pecador para reparar el daño cometido.
(Comentario CIC) (C.I.C
1490) El movimiento de retorno a Dios, llamado
conversión y arrepentimiento, implica un dolor y una aversión respecto a los
pecados cometidos, y el propósito firme de no volver a pecar. La conversión,
por tanto, mira al pasado y al futuro; se nutre de la esperanza en la
misericordia divina.
(Continua la Pregunta: ¿Qué debo hacer en una confesión?)
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