jueves, 11 de junio de 2015
455. ¿Qué manda el cuarto mandamiento? (Primera parte)
(Compendio 455 - repetición) El
cuarto mandamiento ordena honrar y respetar a nuestros padres, y a todos
aquellos a quienes Dios ha investido de autoridad para nuestro bien.
Resumen
(C.I.C 2247) ‘Honra a tu padre y a tu madre’ (Dt 5,16 ; Mc
7,10). (C.I.C 2248) De conformidad con el cuarto mandamiento, Dios quiere que,
después que a Él, honremos a nuestros padres y
a los que Él reviste de autoridad para nuestro
bien.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 2196) En respuesta a la pregunta que le hacen sobre
cuál es el primero de los mandamientos, Jesús responde: “El primero es:
«Escucha Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor
tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas
tus fuerzas». El segundo es: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». No existe otro
mandamiento mayor que éstos” (Mc 12, 29-31). El apóstol san Pablo lo recuerda: “El
que ama al prójimo ha cumplido la ley. En efecto, lo de: no adulterarás, no matarás, no robarás, no codiciarás y todos los
demás preceptos, se resumen en esta fórmula: amarás a tu prójimo como a ti mismo. La caridad no hace mal al
prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud” (Rm 13, 8-10). (C.I.C
2197) El cuarto mandamiento encabeza la segunda tabla. Indica el orden de la
caridad. Dios quiso que, después de Él,
honrásemos a nuestros padres, a los que debemos la vida y que nos han
transmitido el conocimiento de Dios. Estamos obligados a honrar y respetar a
todos los que Dios, para nuestro bien, ha investido de su autoridad.
Para la reflexión
(C.I.C 1897) “Una sociedad bien ordenada y fecunda requiere
gobernantes, investidos de legítima autoridad, que defiendan las instituciones
y consagren, en la medida suficiente, su actividad y sus desvelos al provecho
común del país” (Pacem in terris, 46). Se llama ‘autoridad’ la cualidad en virtud de la cual
personas o instituciones dan leyes y órdenes a los hombres y esperan la
correspondiente obediencia. (C.I.C 2198) Este precepto se expresa de
forma positiva, indicando los deberes que se han de cumplir. Anuncia los mandamientos
siguientes que contienen un respeto particular de la vida, del matrimonio, de
los bienes terrenos, de la palabra. Constituye uno de los fundamentos de la
doctrina social de la Iglesia. (Continua)
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