miércoles, 4 de marzo de 2015
388. ¿Qué es la caridad? (Primera parte)
(Compendio 388) La caridad es la virtud teologal por la
cual amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros
mismos por amor a Dios. Jesús hace de ella el mandamiento nuevo, la plenitud de
la Ley. Ella es «el vínculo de la perfección» (Col 3, 14) y el fundamento de
las demás virtudes, a las que anima, inspira y ordena: sin ella «no soy nada» y
«nada me aprovecha» (1 Co 13, 2-3).
Resumen
(C.I.C 1844) Por la caridad amamos
a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por
amor de Dios. Es el ‘vínculo de la perfección’ (Col 3, 14) y la forma de todas
las virtudes.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1822) La caridad es la
virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por El mismo y
a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios. (C.I.C 1823) Jesús hace de la caridad el mandamiento nuevo (Cf. Jn 13, 34). Amando a los suyos ‘hasta el
fin’ (Jn 13, 1), manifiesta el amor del Padre que ha recibido. Amándose unos a
otros, los discípulos imitan el amor de Jesús que reciben también en ellos. Por
eso Jesús dice: ‘Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros;
permaneced en mi amor’ (Jn 15, 9). Y también: ‘Este es el mandamiento mío: que
os améis unos a otros como yo os he amado’ (Jn 15, 12).
Para la reflexión
(C.I.C 1824) “Fruto del Espíritu y
plenitud de la ley, la caridad guarda los mandamientos
de Dios y de Cristo: ‘Permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos,
permaneceréis en mi amor’ (Jn 15, 9-10; Cf. Mt 22, 40; Rm 13, 8-10). (C.I.C
1825) Cristo murió por amor a nosotros ‘cuando éramos
todavía enemigos’ (Rm 5, 10). El Señor nos pide que amemos como El hasta a
nuestros enemigos (Cf. Mt 5, 44), que
nos hagamos prójimos del más lejano (Cf. Lc 10, 27-37), que amemos a los niños
(Cf. Mc 9, 37) y a los pobres como a El mismo (Cf. Mt 25, 40.45). El apóstol
san Pablo ofrece una descripción incomparable de la caridad: ‘La caridad es paciente,
es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es
decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se
alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree.
Todo lo espera. Todo lo soporta (1Co 13, 4-7). (Continua)
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