lunes, 2 de marzo de 2015
387. ¿Qué es la esperanza? (Primera parte)
(Compendio 387) La esperanza es la virtud teologal por la
que deseamos y esperamos de Dios la vida eterna como nuestra felicidad,
confiando en las promesas de Cristo, y apoyándonos en la ayuda de la gracia del
Espíritu Santo para merecerla y perseverar hasta el fin de nuestra vida
terrena.
Resumen
(C.I.C 1843) Por la esperanza deseamos y esperamos de Dios con una
firme confianza la vida eterna y las gracias para merecerla.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1817) La esperanza es la
virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna
como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y
apoyándonos no en nuestras fuerzas, sino en los auxilios de la gracia del Espíritu
Santo. ‘Mantengamos firme la confesión de la esperanza, pues fiel es el autor
de la promesa’ (Hb 10,23). Este es ‘el Espíritu Santo que Él derramó sobre
nosotros con largueza por medio de Jesucristo nuestro Salvador para que,
justificados por su gracia, fuésemos constituidos herederos, en esperanza, de
vida eterna’ (Tt 3, 6-7).
Para la reflexión
(C.I.C 1818) La virtud de la
esperanza corresponde al anhelo de felicidad puesto por Dios en el corazón de
todo hombre; asume las esperanzas que inspiran las actividades de los hombres;
las purifica para ordenarlas al Reino de los cielos; protege del desaliento;
sostiene en todo desfallecimiento; dilata el corazón en la espera de la
bienaventuranza eterna. El impulso de la esperanza preserva del egoísmo y conduce
a la dicha de la caridad. (C.I.C 1819) La
esperanza cristiana recoge y perfecciona la esperanza del pueblo elegido que
tiene su origen y su modelo en la esperanza
de Abraham en las promesas de Dios; esperanza colmada en Isaac y purificada
por la prueba del sacrificio (Gn 17, 4-8; 22, 1-18). ‘Esperando contra toda
esperanza, creyó y fue hecho padre de muchas naciones’ (Rm 4, 18). (Continua)
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