lunes, 23 de diciembre de 2013
53. ¿Para qué ha sido creado el mundo?
53. ¿Para qué ha sido creado el mundo?
(Compendio 53) El mundo ha sido creado
para gloria de Dios, el cual ha querido manifestar y comunicar su bondad,
verdad y belleza. El fin último de la Creación es que Dios, en Cristo, pueda
ser «todo en todos» (1 Co 15, 28), para gloria suya y para nuestra felicidad. «Porque
la gloria de Dios es el que el hombre viva, y la vida del hombre es la visión
de Dios» (San Ireneo de Lyon)
Resumen
(C.I.C 319) Dios creó el mundo
para manifestar y comunicar su gloria. La gloria para la que Dios creó a sus
criaturas consiste en que tengan parte en su verdad, su bondad y su belleza.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 293) Es una verdad
fundamental que la Escritura y la Tradición no cesan de enseñar y de celebrar:
"El mundo ha sido creado para la gloria de Dios" (Concilio Vaticano
I: DS 3025). Dios ha creado todas las cosas, explica san Buenaventura, "non […] propter gloriam augendam, sed propter gloriam manifestandam et propter
gloriam suam communicandam" ("no para aumentar su gloria, sino
para manifestarla y comunicarla") (San Buenaventura, In secundum librum Sententiarum, dist. 1, 2, 2, 1). Porque Dios no
tiene otra razón para crear que su amor y su bondad: "Aperta manu clave amoris creaturae prodierunt" ("Abierta
su mano con la llave del amor surgieron las criaturas") (Santo Tomás de Aquino,
Commentum in secundum librum Sententiarum, Prologus). Y el Concilio Vaticano I explica: El
solo verdadero Dios, en su bondad y por su fuerza todopoderosa, no para
aumentar su bienaventuranza, ni para adquirirla, sino para manifestar su
perfección por los bienes que otorga a sus criaturas, con libérrimo designio,
justamente desde en el comienzo del
tiempo, creó de la nada a la vez una y otra criatura (Concilio Vaticano I: DS
3002).
Para la reflexión
(C.I.C 294) La gloria de Dios
consiste en que se realice esta manifestación y esta comunicación de su bondad
para las cuales el mundo ha sido creado. Hacer de nosotros "hijos
adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia"
(Ef 1,5-6): "Porque la gloria de Dios es que el hombre viva, y la vida del
hombre es la visión de Dios: si ya la revelación de Dios por la creación
procuró la vida a todos los seres que viven en la tierra, cuánto más la
manifestación del Padre por el Verbo procurará la vida a los que ven a
Dios" (San Ireneo, Adversus haereses,
4, 20, 7: PG 7, 1037). El fin último de la creación es que Dios, "Creador
de todos los seres, se haga por fin ‘todo en todas las cosas’ (1Co 15,28), procurando al mismo tiempo su gloria y
nuestra felicidad" (Ad gentes,
2).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario