jueves, 12 de diciembre de 2013
48. ¿Cómo expresa la Iglesia su fe trinitaria? (primera parte)
(Compendio 48) La Iglesia expresa su fe trinitaria
confesando un solo Dios en tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Las
tres divinas Personas son un solo Dios porque cada una de ellas es idéntica a
la plenitud de la única e indivisible naturaleza divina. Las tres son realmente
distintas entre sí, por sus relaciones recíprocas: el Padre engendra al Hijo,
el Hijo es engendrado por el Padre, el Espíritu Santo procede del Padre y del
Hijo.
Resumen
(C.I.C 266) "La fe católica
es esta: que veneremos un solo Dios en la Trinidad y la Trinidad en la unidad,
no confundiendo las personas, ni separando las substancias; una es la persona
del Padre, otra la del Hijo, otra la del Espíritu Santo; pero del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo una es la divinidad, igual la gloria, coeterna la
majestad" (Símbolo
"Quicumque": DS 75).
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 250) Durante los primeros
siglos, la Iglesia formula más explícitamente su fe trinitaria tanto para
profundizar su propia inteligencia de la fe como para defenderla contra los
errores que la deformaban. Esta fue la obra de los Concilios antiguos, ayudados
por el trabajo teológico de los Padres de la Iglesia y sostenidos por el
sentido de la fe del pueblo cristiano. (C.I.C 251)
Para la formulación del dogma de la Trinidad, la Iglesia debió crear una
terminología propia con ayuda de nociones de origen filosófico:
"substancia", "persona" o "hipóstasis",
"relación", etc. Al hacer esto, no sometía la fe a una sabiduría
humana, sino que daba un sentido nuevo, sorprendente, a estos términos
destinados también a significar en adelante un Misterio inefable,
"infinitamente más allá de todo lo que podemos concebir según la medida
humana" (Pablo VI, Credo del Pueblo
de Dios, 9).
Para la reflexión
(C.I.C 249) La verdad revelada de
la Santa Trinidad ha estado desde los orígenes en la raíz de la fe viva de la
Iglesia, principalmente en el acto del bautismo. Encuentra su expresión en la
regla de la fe bautismal, formulada en la predicación, la catequesis y la
oración de la Iglesia. Estas formulaciones se encuentran ya en los escritos
apostólicos, como este saludo recogido en la liturgia eucarística: "La
gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios Padre y la comunión del Espíritu
Santo sean con todos vosotros" (2Co 13,13; cf. 1Cor 12,4-6; Ef 4,4-6). (Continua)
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