lunes, 11 de agosto de 2008

Lc 9, 61-62 El que mira hacia atrás no sirve para el Reino

(Lc 9, 61-62) El que mira hacia atrás no sirve para el Reino
[61] Otro le dijo: «Te seguiré, Señor, pero permíteme antes despedirme de los míos». [62] Jesús le respondió: «El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios».
(C.I.C 915) Los consejos evangélicos están propuestos en su multiplicid ad a todos los discípulos de Cristo. La perfección de la caridad a la cual son llamados todos los fieles implica, para quienes asumen libremente el llamamiento a la vida consagrada, la obligación de practicar la castidad en el celibato por el Reino, la pobreza y la obediencia. La profesión de estos consejos en un estado de vida estable reconocido por la Iglesia es lo que caracteriza la "vida consagrada" a Dios (cf. Lumen gentium, 42-43; Perfectae caritatis, 1). (C.I.C 916) El estado de vida consagrada aparece por consiguiente como una de las maneras de vivir una consagración "más íntima" que tiene su raíz en el bautismo y se dedica totalmente a Dios (cf. Perfectae caritatis, 5). En la vida consagrada, los fieles de Cristo se proponen, bajo la moción del Espíritu Santo, seguir más de cerca a Cristo, entregarse a Dios amado por encima de todo y, persiguiendo la perfección de la caridad en el servicio del Reino, significar y anunciar en la Iglesia la gloria del mundo futuro (cf. CIC canon 573). (C.I.C 914) "El estado de vida que consiste en la profesión de los consejos evangélicos, aunque no pertenezca a la estructura de la Iglesia, pertenece, sin embargo, sin discusión a su vida y a su santidad" (Lumen gentium, 44).

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