miércoles, 13 de agosto de 2008

Lc 10, 19 Para vencer todas las fuerzas del enemigo

(Lc 10, 19) Para vencer todas las fuerzas del enemigo
[19] Les he dado poder para caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos.
(C.I.C 787) Desde el comienzo, Jesús asoció a sus discípulos a su vida (cf. Mc 1,16-20; 3, 13-19); les reveló el Misterio del Reino (cf. Mt 13, 10-17); les dio parte en su misión, en su alegría (cf. Lc 10, 17-20) y en sus sufrimientos (cf. Lc 22, 28-30). Jesús habla de una comunión todavía más íntima entre él y los que le sigan: "Permaneced en mí, como yo en vosotros [...] Yo soy la vid y vosotros los sarmientos" (Jn 15, 4-5). Anuncia una comunión misteriosa y real entre su propio cuerpo y el nuestro: "Quien come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él" (Jn 6, 56).

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