sábado, 15 de marzo de 2008
Mt 6, 16-18 Tu ayuno no sea conocido por los hombres
(Mt 6, 16-18) Tu ayuno no sea conocido por los hombres
[16] Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa. [17] Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, [18] para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
(C.I.C 1969) La Ley nueva practica los actos de la religión: la limosna, la oración y el ayuno, ordenándolos al ‘Padre […] que ve en lo secreto’, por oposición al deseo ‘de ser visto por los hombres’ (cf. Mt 6, 1-6; 16-18). Su oración es el Padre Nuestro (Mt 6, 9-13).
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