domingo, 9 de marzo de 2008
Mt 5, 27-28 No cometerás adulterio. Pero yo les digo…
(Mt 5, 27-28) No cometerás adulterio. Pero yo les digo…
[27] Ustedes han oído que se dijo: No cometerás adulterio. [28] Pero yo les digo: El que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón.
(C.I.C 2336) Jesús vino a restaurar la creación en la pureza de sus orígenes. En el Sermón de la Montaña interpreta de manera rigurosa el plan de Dios: ‘Habéis oído que se dijo: «no cometerás adulterio». Pues yo os digo: «Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón’» (Mt 5, 27-28). El hombre no debe separar lo que Dios ha unido (cf. Mt 19, 6). La Tradición de la Iglesia ha entendido el sexto mandamiento como referido a la globalidad de la sexualidad humana.
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