sábado, 22 de junio de 2019

Comentario CIC al YouCat. Pregunta n. 508.


YOUCAT Pregunta n. 508. - Parte I. ¿Qué ocurre cuando no se siente nada en la oración o cuando incluso se experimenta una aversión a la oración? 

(Respuesta YouCat) La distracción en la oración, el sentimiento de vacío interior y de sequedad e incluso la aversión a la oración son experiencias que tiene todo orante. Ser constante en la fidelidad es ya en sí oración. 

Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 2735) He aquí una observación llamativa: cuando alabamos a Dios o le damos gracias por sus beneficios en general, no estamos preocupados por saber si esta oración le es agradable. Por el contrario, cuando pedimos, exigimos ver el resultado. ¿Cuál es entonces la imagen de Dios presente en este modo de orar: Dios como medio o Dios como el Padre de Nuestro Señor Jesucristo?)          

Para meditar   

(Comentario YouCat) Incluso santa Teresa del Niño Jesús estuvo mucho tiempo sin poder experimentar nada del amor de Dios. Poco antes de su muerte la visitó por la noche su hermana Céline. Vio que Teresa tenía las manos enlazadas. «¿Qué haces? Deberías intentar dormir», dijo Céline. «No puedo, sufro demasiado. Pero rezo», respondió Teresa. «¿Y qué le dices a Jesús?» «No le digo nada. Le amo».

(Comentario CIC) (C.I.C 2737) "No tenéis porque no pedís. Pedís y no recibís porque pedís mal, con la intención de malgastarlo en vuestras pasiones" (St 4, 2-3; cf. todo el contexto St 4, 1-10; 1, 5-8; 5, 16). Si pedimos con un corazón dividido, "adúltero" (St 4, 4), Dios no puede escucharnos porque Él quiere nuestro bien, nuestra vida. "¿Pensáis que la Escritura dice en vano: Tiene deseos ardientes el espíritu que Él ha hecho habitar en nosotros" (St 4,5)? Nuestro Dios está "celoso" de nosotros, lo que es señal de la verdad de su amor. Entremos en el deseo de su Espíritu y seremos escuchados: “No pretendas conseguir inmediatamente lo que pides, como si lograrlo dependiera de ti, pues Él quiere concederte sus dones cuando perseveras en la oración” (Evagrio Pontico, De oratione, 34: PG 79, 1173). Él quiere “que nuestro deseo sea probado en la oración. Así nos dispone para recibir lo que él está dispuesto a darnos” (San Agustín, Epistula 130, 8, 17: PL 33, 500).        

(Continua la Pregunta: ¿Qué ocurre cuando no se siente nada en la oración o cuando incluso se experimenta una aversión a la oración?)   

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