domingo, 16 de junio de 2019
Comentario CIC al YouCat. Pregunta n. 505.
(Respuesta YouCat – repeticion) Los maestros espirituales de todos los tiempos
han descrito el crecimiento en la fe y en el amor a Dios como un combate, en el
que se lucha a vida o muerte. El campo de batalla es el interior de la persona.
El arma del cristiano es la oración. Podemos dejarnos vencer por nosotros o por
nuestro egoísmo, perdernos en nimiedades o ganar como premio a Dios.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 2740) La oración de Jesús hace de
la oración cristiana una petición eficaz. Él es su modelo. Él ora en nosotros y
con nosotros. Puesto que el corazón del Hijo no busca más que lo que agrada al
Padre, ¿cómo el de los hijos de adopción se apegaría más a los dones que al
Dador?
Para meditar
(Comentario
YouCat) Quien quiere orar tiene que dominar primero sus bajos instintos. Lo que
hoy Llamamos «no tener ganas», los Padres del desierto lo conocían como
«acedía». La falta de ganas de Dios es un gran problema en la vida espiritual.
Tampoco el espíritu de nuestro tiempo ve ningún sentido en la oración y La
agenda Llena no le deja ningún lugar. Asimismo toca luchar contra el tentador,
que se atreve a todo para impedir que el hombre se entregue a Dios. Si Dios no
quisiera que lo encontráramos en la oración, no lograríamos vencer en el
combate.
(Comentario CIC) (C.I.C
2741) Jesús ora también por nosotros, en nuestro lugar y favor nuestro. Todas
nuestras peticiones han sido recogidas una vez por todas en sus palabras en la
Cruz; y escuchadas por su Padre en la Resurrección, por eso no deja de
interceder por nosotros ante el Padre (cf. Hb 5, 7; 7, 25; 9, 24). Si nuestra
oración está resueltamente unida a la de Jesús, en la confianza y la audacia
filial, obtenemos todo lo que pidamos en su Nombre, y aún más de lo que
pedimos: recibimos al Espíritu Santo, que contiene todos los dones.
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