sábado, 15 de junio de 2019

Comentario CIC al YouCat. Pregunta n. 505.


YOUCAT Pregunta n. 505. - Parte III. ¿Por qué la oración es, en ocasiones, un combate?  


(Respuesta YouCat – repeticion)  Los maestros espirituales de todos los tiempos han descrito el crecimiento en la fe y en el amor a Dios como un combate, en el que se lucha a vida o muerte. El campo de batalla es el interior de la persona. El arma del cristiano es la oración. Podemos dejarnos vencer por nosotros o por nuestro egoísmo, perdernos en nimiedades o ganar como premio a Dios.    

Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 2734) La confianza filial se prueba en la tribulación, ella misma se prueba (cf. Rm 5, 3-5). La principal dificuldad se refiere a la oración de petición, al suplicar por uno mismo o por otros. Hay quien deja de orar porque piensa que su oración no es escuchada. A este respecto se plantean dos cuestiones: Por qué la oración de petición no ha sido escuchada; y cómo la oración es escuchada o "eficaz".         

Para meditar   

(Comentario YouCat) Quien quiere orar tiene que dominar primero sus bajos instintos. Lo que hoy Llamamos «no tener ganas», los Padres del desierto lo conocían como «acedía». La falta de ganas de Dios es un gran problema en la vida espiritual. Tampoco el espíritu de nuestro tiempo ve ningún sentido en la oración y La agenda Llena no le deja ningún lugar. Asimismo toca luchar contra el tentador, que se atreve a todo para impedir que el hombre se entregue a Dios. Si Dios no quisiera que lo encontráramos en la oración, no lograríamos vencer en el combate.

(Comentario CIC) (C.I.C 2738) La revelación de la oración en la Economía de la salvación enseña que la fe se apoya en la acción de Dios en la historia. La confianza filial es suscitada por medio de su acción por excelencia: la Pasión y la Resurrección de su Hijo. La oración cristiana es cooperación con su Providencia y su designio de amor hacia los hombres. (C.I.C 2739) En San Pablo, esta confianza es audaz (cf. Rm 10, 12-13), basada en la oración del Espíritu en nosotros y en el amor fiel del Padre que nos ha dado a su Hijo único (cf. Rm 8, 26-39). La transformación del corazón que ora es la primera respuesta a nuestra petición.        

(Continua la Pregunta: ¿Por qué la oración es, en ocasiones, un combate?)   

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