domingo, 28 de enero de 2018

Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 259.



YOUCAT Pregunta n. 259. – Parte II. ¿ En qué se diferencia el sacerdocio común de los fieles del sacerdocio ordenado?  


(Respuesta YouCat – repeticion) Por el Bautismo Cristo nos ha convertido en un reino de «sacerdotes para Dios, su Padre» (Ap 1,6). Por el sacerdocio común, todo cristiano está llamado a actuar en el mundo en nombre de Dios y a transmitirle su bendición y su gracia. Sin embargo, en el Cenáculo y en el envío de los Apóstoles, Cristo ha dotado a algunos con un poder sagrado para el servicio de los creyentes; estos sacerdotes ordenados representan a Cristo como pastores de su pueblo y cabeza de su Cuerpo, la Iglesia.       

Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1548) En el servicio eclesial del ministro ordenado es Cristo mismo quien está presente a su Iglesia como Cabeza de su cuerpo, Pastor de su rebaño, Sumo Sacerdote del sacrificio redentor, Maestro de la Verdad. Es lo que la Iglesia expresa al decir que el sacerdote, en virtud del sacramento del Orden, actúa in persona Christi Capitis (cf. Lumen gentium, 10; 28; Sacrosanctum Concilium, 33; Christus Dominus, 11; Presbiterorum Ordinis 2, 6): “Es al mismo Cristo Jesús, Sacerdote, a cuya sagrada persona representa el ministro. Este, ciertamente, gracias a la consagración sacerdotal recibida se asimila al Sumo Sacerdote y goza de la facultad de actuar por el poder de Cristo mismo (a quien representa)” (Pío XII, Mediator Dei). "Christus est fons totius sacerdotii; nan sacerdos legalis erat figura ipsius, sacerdos autem novae legis in persona ipsius operatur" (Cristo es la fuente de todo sacerdocio, pues el sacerdote de la antigua ley era figura de Él, y el sacerdote de la nueva ley actúa en representación suya" (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, 3, 22, 4).         

Para meditar   

(Comentario YouCat) La misma palabra «sacerdote» usada para expresar dos realidades relacionadas, pero con una diferencia «esencial y no sólo en grado» (Concilio Vaticano II , LG), lleva a menudo a confusión. Por un lado tenemos que darnos cuenta con gozo de que todos Los bautizados somos sacerdotes, porque vivimos en Cristo y participamos de todo Lo que él es y hace. ¿Por qué entonces no pedimos constantemente bendiciones para este mundo? Por otra parte tenemos que escubrir de nuevo el don de Dios a su Iglesia, que son Los sacerdotes ordenados, que representan entre nosotros al mismo Señor.     

(Comentario CIC) (C.I.C 1549) Por el ministerio ordenado, especialmente por el de los obispos y los presbíteros, la presencia de Cristo como cabeza de la Iglesia se hace visible en medio de la comunidad de los creyentes. Según la bella expresión de San Ignacio de Antioquía, el obispo es typos tou Patros, es imagen viva de Dios Padre (San Ignacio de Antioquía, Epistula ad Trallianos 3, 1; Epistula ad Magnesios 6, 1).       

(Continua la Pregunta: ¿En qué se diferencia el sacerdocio común de los fieles del sacerdocio ordenado?)     

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