miércoles, 31 de enero de 2018
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 260.
(Respuesta
YouCat) Dios ha hecho al hombre y a la mujer el uno para el otro para que «ya
no sean dos, sino una sola carne» (Mt 19,6): de esta forma deben vivir el amor,
ser fecundos y así convertirse en signo del mismo Dios, que no es otra cosa que
amor desbordante.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1600)
Corresponde a los Obispos conferir el sacramento del Orden en los tres grados. (C.I.C
1601) "La alianza matrimonial, por la que el
varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado
por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y
educación de la prole, fue elevada por Cristo Nuestro Señor a la dignidad de
sacramento entre bautizados" (CIC canon 1055, 1). (C.I.C 1602) La Sagrada Escritura se abre con el relato de la
creación del hombre y de la mujer a imagen y semejanza de Dios (Cf. Gn 1,26-
27) y se cierra con la visión de las "bodas del Cordero" (Ap 19,7.
9). De un extremo a otro la Escritura habla del matrimonio y de su "misterio",
de su institución y del sentido que Dios le dio, de su origen y de su fin, de
sus realizaciones diversas a lo largo de la historia de la salvación, de sus
dificultades nacidas del pecado y de su renovación "en el Señor" (1Co
7,39) todo ello en la perspectiva de la Nueva Alianza de Cristo y de la Iglesia
(cf. Ef 5,31-32).
Para meditar
(Comentario CIC) (C.I.C 1603) "La
íntima comunidad de vida y amor conyugal, está fundada por el Creador y
provista de leyes propias. […] El mismo Dios […] es el autor del matrimonio” (Gaudium et spes,
48). La vocación al matrimonio se inscribe en la naturaleza misma del hombre y
de la mujer, según salieron de la mano del Creador. El matrimonio no es una
institución puramente humana a pesar de las numerosas variaciones que ha podido
sufrir a lo largo de los siglos en las diferentes culturas, estructuras
sociales y actitudes espirituales. Estas diversidades no deben hacer olvidar
sus rasgos comunes y permanentes. A pesar de que la dignidad de esta
institución no se trasluzca siempre con la misma claridad (cf. Gaudium et spes,
47), existe en todas las culturas un cierto sentido de la grandeza de la unión
matrimonial. "La salvación de la persona y de la sociedad humana y
cristiana está estrechamente ligada a la prosperidad de la comunidad conyugal y
familiar" (Gaudium et spes, 47).
martes, 30 de enero de 2018
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 259.
YOUCAT Pregunta n. 259. – Parte IV. ¿ En qué se diferencia el sacerdocio común de los fieles del sacerdocio ordenado?
(Respuesta
YouCat – repeticion) Por el Bautismo Cristo nos ha convertido en un reino de
«sacerdotes para Dios, su Padre» (Ap 1,6). Por el sacerdocio común, todo
cristiano está llamado a actuar en el mundo en nombre de Dios y a transmitirle
su bendición y su gracia. Sin embargo, en el Cenáculo y en el envío de los
Apóstoles, Cristo ha dotado a algunos con un poder sagrado para el servicio de
los creyentes; estos sacerdotes ordenados representan a Cristo como pastores de
su pueblo y cabeza de su Cuerpo, la Iglesia.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1552) El
sacerdocio ministerial no tiene solamente por tarea representar a Cristo
–Cabeza de la Iglesia– ante la asamblea de los fieles, actúa también en nombre
de toda la Iglesia cuando presenta a Dios la oración de la Iglesia (cf. Sacrosanctum Concilium, 33) y sobre todo cuando ofrece el sacrificio eucarístico
(cf. Lumen gentium, 10). (C.I.C
1992) La justificación nos fue merecida
por la pasión de Cristo, que se ofreció en la cruz como hostia viva, santa
y agradable a Dios y cuya sangre vino a ser instrumento de propiciación por los
pecados de todos los hombres. La justificación es concedida por el bautismo,
sacramento de la fe. Nos asemeja a la justicia de Dios que nos hace
interiormente justos por el poder de su misericordia. Tiene por fin la gloria
de Dios y de Cristo, y el don de la vida eterna (Cf. Concilio de Trento: DS
1529): “Pero ahora, independientemente de la ley, la justicia de Dios se ha
manifestado, atestiguada por la ley y los profetas, justicia de Dios por la fe
en Jesucristo, para todos los que creen -pues no hay diferencia alguna; todos
pecaron y están privados de la gloria de Dios - y son justificados por el don
de su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús, a quien Dios
exhibió como instrumento de propiciación por su propia sangre, mediante la fe,
para mostrar su justicia, pasando por alto los pecados cometidos anteriormente,
en el tiempo de la paciencia de Dios; en orden a mostrar su justicia en el
tiempo presente, para ser él justo y justificador del que cree en Jesús” (Rm 3
,21-26).
Para meditar
(Comentario YouCat) La misma
palabra «sacerdote» usada para expresar dos realidades relacionadas, pero con
una diferencia «esencial y no sólo en grado» (Concilio Vaticano II , LG), lleva
a menudo a confusión. Por un lado tenemos que darnos cuenta con gozo de que
todos Los bautizados somos sacerdotes, porque vivimos en Cristo y participamos
de todo Lo que él es y hace. ¿Por qué entonces no pedimos constantemente
bendiciones para este mundo? Por otra parte tenemos que escubrir de nuevo el
don de Dios a su Iglesia, que son Los sacerdotes ordenados, que representan
entre nosotros al mismo Señor.
(Comentario CIC) (C.I.C 1553) "En
nombre de toda la Iglesia",
expresión que no quiere decir que los sacerdotes sean los delegados de la
comunidad. La oración y la ofrenda de la Iglesia son inseparables de la oración
y la ofrenda de Cristo, su Cabeza. Se trata siempre del culto de Cristo en y
por su Iglesia. Es toda la Iglesia, cuerpo de Cristo, la que ora y se ofrece, per ipsum et cum ipso et in ipso, en la
unidad del Espíritu Santo, a Dios Padre. Todo el cuerpo, caput et membra, ora y se ofrece, y por eso quienes, en este
cuerpo, son específicamente sus ministros, son llamados ministros no sólo de
Cristo, sino también de la Iglesia. El sacerdocio ministerial puede representar
a la Iglesia porque representa a Cristo.
(Siguiente Pregunta: ¿Por qué ha hecho Dios al hombre y a la mujer el uno para el otro?)
lunes, 29 de enero de 2018
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 259.
YOUCAT Pregunta n. 259. – Parte III. ¿ En qué se diferencia el sacerdocio común de los fieles del sacerdocio ordenado?
(Respuesta
YouCat – repeticion) Por el Bautismo Cristo nos ha convertido en un reino de
«sacerdotes para Dios, su Padre» (Ap 1,6). Por el sacerdocio común, todo
cristiano está llamado a actuar en el mundo en nombre de Dios y a transmitirle
su bendición y su gracia. Sin embargo, en el Cenáculo y en el envío de los Apóstoles,
Cristo ha dotado a algunos con un poder sagrado para el servicio de los
creyentes; estos sacerdotes ordenados representan a Cristo como pastores de su
pueblo y cabeza de su Cuerpo, la Iglesia.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1550)
Esta presencia de Cristo en el ministro no debe ser entendida como si éste
estuviese exento de todas las flaquezas humanas, del afán de poder, de errores,
es decir del pecado. No todos los actos del ministro son garantizado s de la
misma manera por la fuerza del Espíritu Santo. Mientras que en los sacramentos
esta garantía es dada de modo que ni siquiera el pecado del ministro puede
impedir el fruto de la gracia, existen muchos otros actos en que la condición
humana del ministro deja huellas que no son siempre el signo de la fidelidad al
evangelio y que pueden dañar por consiguiente a la fecundidad apostólica de la
Iglesia.
Para meditar
(Comentario YouCat) La misma
palabra «sacerdote» usada para expresar dos realidades relacionadas, pero con
una diferencia «esencial y no sólo en grado» (Concilio Vaticano II , LG), lleva
a menudo a confusión. Por un lado tenemos que darnos cuenta con gozo de que
todos Los bautizados somos sacerdotes, porque vivimos en Cristo y participamos
de todo Lo que él es y hace. ¿Por qué entonces no pedimos constantemente
bendiciones para este mundo? Por otra parte tenemos que escubrir de nuevo el
don de Dios a su Iglesia, que son Los sacerdotes ordenados, que representan
entre nosotros al mismo Señor.
(Comentario CIC) (C.I.C
1551) Este sacerdocio es ministerial. "Esta Función […], que el Señor confió a los
pastores de su pueblo, es un verdadero servicio"
(Lumen gentium, 24). Está enteramente
referido a Cristo y a los hombres. Depende totalmente de Cristo y de su
sacerdocio único, y fue instituido en favor de los hombres y de la comunidad de
la Iglesia. El sacramento del Orden comunica "un poder sagrado", que no
es otro que el de Cristo. El ejercicio de esta autoridad debe, por tanto,
medirse según el modelo de Cristo, que por amor se hizo el último y el servidor
de todos (cf. Mc 10,43-45; 1P 5,3). "El Señor dijo claramente que la
atención prestada a su rebaño era prueba de amor a Él" (San Juan
Crisóstomo, De sacerdotio 2, 4: PG 48, 635; cf. Jn 21,15-17).
(Continua la Pregunta: ¿En qué se diferencia el sacerdocio común de los fieles del sacerdocio ordenado?)
domingo, 28 de enero de 2018
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 259.
YOUCAT Pregunta n. 259. – Parte II. ¿ En qué se diferencia el sacerdocio común de los fieles del sacerdocio ordenado?
(Respuesta
YouCat – repeticion) Por el Bautismo Cristo nos ha convertido en un reino de
«sacerdotes para Dios, su Padre» (Ap 1,6). Por el sacerdocio común, todo
cristiano está llamado a actuar en el mundo en nombre de Dios y a transmitirle
su bendición y su gracia. Sin embargo, en el Cenáculo y en el envío de los
Apóstoles, Cristo ha dotado a algunos con un poder sagrado para el servicio de
los creyentes; estos sacerdotes ordenados representan a Cristo como pastores de
su pueblo y cabeza de su Cuerpo, la Iglesia.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1548) En
el servicio eclesial del ministro ordenado es Cristo mismo quien está presente
a su Iglesia como Cabeza de su cuerpo, Pastor de su rebaño, Sumo Sacerdote del
sacrificio redentor, Maestro de la Verdad. Es lo que la Iglesia expresa al
decir que el sacerdote, en virtud del sacramento del Orden, actúa in persona Christi Capitis (cf. Lumen gentium, 10; 28; Sacrosanctum Concilium, 33; Christus
Dominus, 11; Presbiterorum Ordinis 2, 6): “Es al mismo
Cristo Jesús, Sacerdote, a cuya sagrada persona representa el ministro. Este,
ciertamente, gracias a la consagración sacerdotal recibida se asimila al Sumo
Sacerdote y goza de la facultad de actuar por el poder de Cristo mismo (a quien
representa)” (Pío XII, Mediator Dei).
"Christus est fons totius
sacerdotii; nan sacerdos legalis erat figura ipsius, sacerdos autem novae legis
in persona ipsius operatur" (Cristo es la fuente de todo sacerdocio,
pues el sacerdote de la antigua ley era figura de Él, y el sacerdote de la
nueva ley actúa en representación suya" (Santo Tomás de Aquino, Summa
theologiae, 3, 22, 4).
Para meditar
(Comentario YouCat) La misma
palabra «sacerdote» usada para expresar dos realidades relacionadas, pero con
una diferencia «esencial y no sólo en grado» (Concilio Vaticano II , LG), lleva
a menudo a confusión. Por un lado tenemos que darnos cuenta con gozo de que
todos Los bautizados somos sacerdotes, porque vivimos en Cristo y participamos
de todo Lo que él es y hace. ¿Por qué entonces no pedimos constantemente
bendiciones para este mundo? Por otra parte tenemos que escubrir de nuevo el
don de Dios a su Iglesia, que son Los sacerdotes ordenados, que representan
entre nosotros al mismo Señor.
(Comentario CIC) (C.I.C 1549) Por el
ministerio ordenado, especialmente por el de los obispos y los presbíteros, la
presencia de Cristo como cabeza de la Iglesia se hace visible en medio de la
comunidad de los creyentes. Según la bella expresión de San Ignacio de
Antioquía, el obispo es typos tou Patros,
es imagen viva de Dios Padre (San Ignacio de Antioquía, Epistula ad Trallianos 3, 1; Epistula
ad Magnesios 6, 1).
(Continua la Pregunta: ¿En qué se diferencia el sacerdocio común de los fieles del sacerdocio ordenado?)
sábado, 27 de enero de 2018
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 259.
YOUCAT Pregunta n. 259. – Parte I. ¿En qué se diferencia el sacerdocio común de los fieles del sacerdocio ordenado?
(Respuesta
YouCat) Por el Bautismo Cristo nos ha convertido en un reino de «sacerdotes
para Dios, su Padre» (Ap 1,6). Por el sacerdocio común, todo cristiano está
llamado a actuar en el mundo en nombre de Dios y a transmitirle su bendición y
su gracia. Sin embargo, en el Cenáculo y en el envío de los Apóstoles, Cristo
ha dotado a algunos con un poder sagrado para el servicio de los creyentes;
estos sacerdotes ordenados representan a Cristo como pastores de su pueblo y
cabeza de su Cuerpo, la Iglesia.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1546)
Cristo, sumo sacerdote y único mediador, ha hecho de la Iglesia "un Reino
de sacerdotes para su Dios y Padre" (Ap 1,6; cf. Ap 5,9-10; 1P 2,5.9).
Toda la comunidad de los creyentes es, como tal, sacerdotal. Los fieles ejercen
su sacerdocio bautismal a través de su participación, cada uno según su
vocación propia, en la misión de Cristo, Sacerdote, Profeta y Rey. Por los
sacramentos del Bautismo y de la Confirmación los fieles son "consagrados
para ser [...] un sacerdocio santo" (Lumen
gentium, 10).
Para meditar
(Comentario YouCat) La misma
palabra «sacerdote» usada para expresar dos realidades relacionadas, pero con
una diferencia «esencial y no sólo en grado» (Concilio Vaticano II , LG), lleva
a menudo a confusión. Por un lado tenemos que darnos cuenta con gozo de que
todos Los bautizados somos sacerdotes, porque vivimos en Cristo y participamos
de todo Lo que él es y hace. ¿Por qué entonces no pedimos constantemente
bendiciones para este mundo? Por otra parte tenemos que escubrir de nuevo el
don de Dios a su Iglesia, que son Los sacerdotes ordenados, que representan
entre nosotros al mismo Señor.
(Comentario CIC) (C.I.C 1547) El
sacerdocio ministerial o jerárquico de los obispos y de los presbíteros, y el
sacerdocio común de todos los fieles, "aunque su diferencia es esencial y
no sólo en grado, están ordenados el uno al otro; ambos, en efecto, participan
(Lumen gentium, 10), cada uno a su
manera, del único sacerdocio de Cristo" (Lumen gentium, 10). ¿En qué sentido? Mientras el sacerdocio común
de los fieles se realiza en el desarrollo de la gracia bautismal (vida de fe,
de esperanza y de caridad, vida según el Espíritu), el sacerdocio ministerial
está al servicio del sacerdocio común, en orden al desarrollo de la gracia
bautismal de todos los cristianos. Es uno de los medios por los cuales Cristo no cesa de construir y de conducir a
su Iglesia. Por esto es transmitido mediante un sacramento propio, el
sacramento del Orden.
(Continua la Pregunta: ¿En qué se diferencia el sacerdocio común de los fieles del sacerdocio ordenado?)
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