miércoles, 24 de febrero de 2016
Comentario CIC al YouCat Pregunta n.1. Parte I.
(Respuesta
YouCat) Estamos en la tierra para conocer y amar a Dios, para hacer el bien
según su voluntad y para ir un día al cielo.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1) Dios,
infinitamente perfecto y bienaventurado en sí mismo, en un designio de pura
bondad ha creado libremente al hombre para hacerle partícipe de su vida
bienaventurada. Por eso, en todo tiempo y en todo lugar, se hace cercano al
hombre: le llama y le ayuda a buscarle, a conocerle y a amarle con todas sus
fuerzas. Convoca a todos los hombres, que el pecado dispersó, a la unidad de su
familia, la Iglesia. Para lograrlo, llegada la plenitud de los tiempos, envió
su Hijo como Redentor y Salvador. En Él y por Él, llama a los hombres a ser, en el Espíritu Santo,
sus hijos de adopción, y por tanto los herederos de su vida bienaventurada.
Para meditar
(Comentario YouCat) Ser
hombre quiere decir: venir de Dios e ir hacia Dios. Tenemos un origen más
remoto que nuestros padres. Venimos de Dios, en quien reside toda la felicidad
del Cielo y de la Tierra, y somos esperados en su bienaventuranza eterna e
limitada. Mientras tanto vivimos en la tierra. A veces experimentamos la
cercanía de nuestro Creador, con frecuencia no experimentamos nada en absoluto.
Para que podamos encontrar el camino a casa, Dios nos ha enviado a su Hijo, que
nos ha liberado del pecado, nos ha salvado de todo mal y nos conduce
infaliblemente a la verdadera vida. Él es «el camino y la verdad y la vida» (Jn
14,6).
(Comentario CIC) (C.I.C 285) Desde sus comienzos, la fe cristiana se ha visto
confrontada a respuestas distintas de las suyas sobre la cuestión de los
orígenes. Así, en las religiones y culturas antiguas encontramos numerosos
mitos referentes a los orígenes. Algunos filósofos han dicho que todo es Dios,
que el mundo es Dios, o que el devenir del mundo es el devenir de Dios
(panteísmo); otros han dicho que el mundo es una emanación necesaria de Dios,
que brota de esta fuente y retorna a ella; otros han afirmado incluso la
existencia de dos principios eternos, el Bien y el Mal, la Luz y las Tinieblas,
en lucha permanente (dualismo, maniqueísmo); según algunas de estas
concepciones, el mundo (al menos el mundo material) sería malo, producto de una
caída, y por tanto que se ha de rechazar y superar (gnosis); otros admiten que
el mundo ha sido hecho por Dios, pero a la manera de un relojero que, una vez
hecho, lo habría abandonado a él mismo (deísmo); otros, finalmente, no aceptan
ningún origen transcendente del mundo, sino que ven en él el puro juego de una
materia que ha existido siempre (materialismo). Todas estas tentativas dan
testimonio de la permanencia y de la universalidad de la cuestión de los
orígenes. Esta búsqueda es inherente al hombre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario