lunes, 29 de febrero de 2016
Comentario CIC al YouCat. Pregunta n. 3. Parte III.
(Respuesta
YouCat – repeticion) Dios ha puesto en nuestro corazón el deseo de
buscarle y encontrarle. San Agustín dice: «Nos hiciste, Señor, para ti y
nuestro corazón está inquieto hasta que descansa en ti». Este deseo y búsqueda
de Dios lo denominamos religión.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 283) La cuestión sobre
los orígenes del mundo y del hombre es objeto de numerosas investigaciones
científicas que han enriquecido magníficamente nuestros conocimientos sobre la
edad y las dimensiones del cosmos, el devenir de las formas vivientes, la
aparición del hombre. Estos descubrimientos nos invitan a admirar más la
grandeza del Creador, a darle gracias por todas sus obras y por la inteligencia
y la sabiduría que da a los sabios e investigadores. Con Salomón, estos pueden
decir: "Fue él quien me concedió el conocimiento verdadero de cuanto
existe, quien me dio a conocer la estructura del mundo y las propiedades de los
elementos [...] porque la que todo lo hizo, la Sabiduría, me lo enseñó"
(Sb 7,17-21). )
Para meditar
(Comentario YouCat) Para el ser humano es natural
buscar a Dios. Todo su afán por la verdad y La felicidad es en definitiva una
búsqueda de aquello que lo sostiene absolutamente, Lo satisface absolutamente)
lo reclama absolutamente. El hombre sólo es plenamente él mismo cuando ha
encontrado a Dios. «Quien busca la verdad busca a Dios, sea o no consciente de
ello» (santa Edith Stein).
(Comentario CIC) (C.I.C
285) Desde sus comienzos, la fe cristiana se ha visto
confrontada a respuestas distintas de las suyas sobre la cuestión de los
orígenes. Así, en las religiones y culturas antiguas encontramos numerosos
mitos referentes a los orígenes. Algunos filósofos han dicho que todo es Dios,
que el mundo es Dios, o que el devenir del mundo es el devenir de Dios
(panteísmo); otros han dicho que el mundo es una emanación necesaria de Dios,
que brota de esta fuente y retorna a ella; otros han afirmado incluso la
existencia de dos principios eternos, el Bien y el Mal, la Luz y las Tinieblas,
en lucha permanente (dualismo, maniqueísmo); según algunas de estas
concepciones, el mundo (al menos el mundo material) sería malo, producto de una
caída, y por tanto que se ha de rechazar y superar (gnosis); otros admiten que
el mundo ha sido hecho por Dios, pero a la manera de un relojero que, una vez
hecho, lo habría abandonado a él mismo (deísmo); otros, finalmente, no aceptan
ningún origen transcendente del mundo, sino que ven en él el puro juego de una
materia que ha existido siempre (materialismo). Todas estas tentativas dan
testimonio de la permanencia y de la universalidad de la cuestión de los
orígenes. Esta búsqueda es inherente al hombre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario