martes, 10 de noviembre de 2015
546. ¿Cómo oraba la Virgen María? (Segunda parte - continuación)
(Compendio 546
- repetición) La oración de María se caracteriza por su fe y
por la ofrenda generosa de todo su ser a Dios. La Madre de Jesús es también la
Nueva Eva, la «Madre de los vivientes» (cf Gn 3, 20): Ella ruega a Jesús, su
Hijo, por las necesidades de los hombres.
Resumen
(C.I.C 2622) La
oración de la Virgen María, en su Fiat y en su Magnificat, se caracteriza por
la ofrenda generosa de todo su ser en la fe.
Profundizar y modos
de explicaciones
(C.I.C 2674)
Desde el sí dado por la fe en la anunciación y mantenido sin vacilar al pie de
la cruz, la maternidad de María se extiende desde entonces a los hermanos y a
las hermanas de su Hijo, "que son peregrinos todavía y que están ante los
peligros y las miserias" (Lumen
gentium, 62). Jesús, el único Mediador, es el Camino de nuestra oración;
María, su Madre y nuestra Madre es pura transparencia de Él: María
"muestra el Camino" [Odighitria],
es su "signo", según la iconografía tradicional de Oriente y
Occidente.
Para la reflexión
(C.I.C 2679)
María es la orante perfecta, figura de la Iglesia. Cuando le rezamos, nos
adherimos con ella al designio del Padre, que envía a su Hijo para salvar a
todos los hombres. Como el discípulo amado, acogemos en nuestra intimidad (cf.
Jn 19, 27) a la madre de Jesús, hecha madre de todos los vivientes. Podemos
orar con ella y orarle a ella. La oración de la Iglesia está como apoyada en la
oración de María. Y con ella está unida en la esperanza (cf. Lumen gentium, 68-69). [Fin]
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