martes, 3 de noviembre de 2015
542. ¿Cuándo oraba Jesús? (Tercera parte - continuación)
(Compendio 542
- repetición) El Evangelio muestra frecuentemente a Jesús en
oración. Lo vemos retirarse en soledad, con preferencia durante la noche; ora
antes de los momentos decisivos de su misión o de la misión de sus apóstoles.
De hecho toda la vida de Jesús es oración, pues está en constante comunión de
amor con el Padre.
Resumen
(C.I.C 2620) En
el Nuevo Testamento el modelo perfecto de oración se encuentra en la oración
filial de Jesús. Hecha con frecuencia en la soledad, en lo secreto, la oración
de Jesús entraña una adhesión amorosa a la voluntad del Padre hasta la cruz y
una absoluta confianza en ser escuchada.
Profundizar y modos
de explicaciones
(C.I.C 2604) La
segunda oración nos la transmite San Juan (cf. Jn 11, 41-42), antes de la
resurrección de Lázaro. La acción de gracias precede al acontecimiento:
"Padre, yo te doy gracias por haberme escuchado", lo que implica que el
Padre escucha siempre su súplica; y Jesús añade a continuación: "Yo sabía
bien que tú siempre me escuchas", lo que implica que Jesús, por su parte, pide de una manera constante. Así,
apoyada en la acción de gracias, la oración de Jesús nos revela cómo pedir: antes de que lo pedido sea otorgado,
Jesús se adhiere a Aquél que da y que se da en sus dones. El Dador es más
precioso que el don otorgado, es el "tesoro", y en El está el corazón
de su Hijo; el don se otorga como "por añadidura" (cf. Mt 6, 21. 33).
La oración "sacerdotal" de Jesús (cf. Jn 17) ocupa un lugar único en
la Economía de la salvación. Su explicación se hace al final de esta primera
sección. Esta oración, en efecto, muestra el carácter permanente de la plegaria
de nuestro Sumo Sacerdote, y al mismo tiempo, contiene lo que Jesús nos enseña
en la oración del Padrenuestro, la cual se explica en la segunda sección.
Para la reflexión
(C.I.C 2746)
Cuando ha llegado su hora, Jesús ora al Padre (cf. Jn 17). Su oración, la más
larga transmitida por el Evangelio, abarca toda la Economía de la creación y de
la salvación, así como su Muerte y su Resurrección. Al igual que la Pascua de
Jesús, sucedida "una vez por todas", permanece siempre actual, de la
misma manera la oración de la Hora de Jesús sigue presente en la Liturgia de la
Iglesia. [Fin]
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