miércoles, 4 de noviembre de 2015
543. ¿Cómo oró Jesús en su pasión?
(Compendio
543) La oración de Jesús durante su agonía en el huerto de Getsemaní y sus
últimas palabras en la Cruz revelan la profundidad de su oración filial: Jesús
lleva a cumplimiento el designio amoroso del Padre, y toma sobre sí todas las
angustias de la humanidad, todas las súplicas e intercesiones de la historia de
la salvación; las presenta al Padre, quien las acoge y escucha, más allá de
toda esperanza, resucitándolo de entre los muertos.
Resumen
(C.I.C 2620) En
el Nuevo Testamento el modelo perfecto de oración se encuentra en la oración
filial de Jesús. Hecha con frecuencia en la soledad, en lo secreto, la oración
de Jesús entraña una adhesión amorosa a la voluntad del Padre hasta la cruz y
una absoluta confianza en ser escuchada.
Profundizar y modos
de explicaciones
(C.I.C 2605)
Cuando llega la hora de cumplir el plan amoroso del Padre, Jesús deja entrever
la profundidad insondable de su plegaria filial, no solo antes de entregarse
libremente ("Padre... no mi
voluntad, sino la tuya": Lc 22, 42), sino hasta en sus últimas palabras en la Cruz, donde orar
y entregarse son una sola cosa: "Padre, perdónales, porque no saben lo que
hacen" (Lc 23, 34); "Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el
Paraíso" (Lc 24, 43); "Mujer, ahí tienes a tu Hijo […]. Ahí tienes a
tu madre" (Jn 19, 26-27); "Tengo sed" (Jn 19, 28); "¡Dios
mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?" (Mc 15, 34; cf. Sal 22, 2);
"Todo está cumplido" (Jn 19, 30); "Padre, en tus manos pongo mi
espíritu" (Lc 23, 46), hasta ese "fuerte grito" cuando expira
entregando el espíritu (cf. Mc 15, 37; Jn 19, 30).
Para la reflexión
(C.I.C 2606)
Todas las angustias de la humanidad de todos los tiempos, esclava del pecado y
de la muerte, todas las súplicas y las intercesiones de la historia de la
salvación están recogidas en este grito del Verbo encarnado. He aquí que el
Padre las acoge y, por encima de toda esperanza, las escucha al resucitar a su
Hijo. Así se realiza y se consuma el drama de la oración en la Economía de la
creación y de la salvación. El salterio nos da la clave para la comprensión de
este drama por medio de Cristo. Es en el "hoy" de la Resurrección
cuando dice el Padre: "Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy. Pídeme, y te daré en herencia las naciones, en propiedad los confines de la
tierra" (Sal 2, 7-8; cf. Hch 13, 33). La carta a los Hebreos expresa en
términos dramáticos cómo actúa la plegaria de Jesús en la victoria de la
salvación: "El cual, habiendo ofrecido en los días de su vida mortal
ruegos y súplicas con poderoso clamor y lágrimas al que podía salvarle de la
muerte, fue escuchado por su actitud reverente, y aun siendo Hijo, con lo que
padeció experimentó la obediencia; y llegado a la perfección, se convirtió en
causa de salvación eterna para todos los que le obedecen" (Hb 5, 7-9).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario