sábado, 7 de noviembre de 2015
544. ¿Cómo nos enseña Jesús a orar? (Tercera parte - continuación)
(Compendio 544
- repetición) Jesús nos enseña a orar no sólo con la oración
del Padre nuestro, sino también cuando Él mismo ora. Así, además del contenido,
nos enseña las disposiciones requeridas por una verdadera oración: la pureza
del corazón, que busca el Reino y perdona a los enemigos; la confianza audaz y
filial, que va más allá de lo que sentimos y comprendemos; la vigilancia, que
protege al discípulo de la tentación.
Resumen
(C.I.C 2621) En
su enseñanza, Jesús instruye a sus discípulos para que oren con un corazón
purificado, una fe viva y perseverante, una audacia filial. Les insta a la
vigilancia y les invita a presentar sus peticiones a Dios en su Nombre. El
mismo escucha las plegarias que se le dirigen.
Profundizar y modos
de explicaciones
(C.I.C 2613) San
Lucas nos ha trasmitido tres parábolas
principales sobre la oración: La primera, "el amigo importuno" (cf.
Lc 11, 5-13), invita a una oración insistente: "Llamad y se os
abrirá". Al que ora así, el Padre del cielo "le dará todo lo que
necesite", y sobre todo el Espíritu Santo que contiene todos los dones. La
segunda, "la viuda importuna" (cf. Lc 18, 1-8), está centrada en una
de las cualidades de la oración: es necesario orar siempre, sin cansarse, con
la paciencia de la fe. "Pero,
cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará fe sobre la tierra?" La
tercera parábola, "el fariseo y el publicano" (cf. Lc 18, 9-14), se
refiere a la humildad del corazón que
ora. "Oh Dios, ten compasión de mí que soy pecador". La Iglesia no
cesa de hacer suya esta oración: "¡Kyrie
eleison!".
Para la reflexión
(C.I.C 2614)
Cuando Jesús confía abiertamente a sus discípulos el misterio de la oración al
Padre, les desvela lo que deberá ser su oración, y la nuestra, cuando haya
vuelto, con su humanidad glorificada, al lado del Padre. Lo que es nuevo ahora
es "pedir en su Nombre" (Jn
14, 13). La fe en El introduce a los discípulos en el conocimiento del Padre
porque Jesús es "el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn 14, 6). La fe da
su fruto en el amor: guardar su Palabra, sus mandamientos, permanecer con Él en
el Padre que nos ama en Él hasta permanecer en nosotros. En esta nueva Alianza,
la certeza de ser escuchados en nuestras peticiones se funda en la oración de
Jesús (cf. Jn 14, 13-14). [Fin]
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