miércoles, 19 de septiembre de 2018
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 356.
(Respuesta YouCat – repeticion) No. El
esoterismo se equivoca ante la realidad de Dios. Dios es un ser personal; es el
amor y el origen de la vida, no una fría energía cósmica. El hombre es querido
y creado por Dios, pero él mismo no es divino, sino una criatura herida por el
pecado, amenazada por la muerte, necesitada de redención. Mientras que las
doctrinas esotéricas suponen en su mayoría que el hombre se puede redimir a sí
mismo, los cristianos creen que únicamente les redime Jesucristo y la gracia de
Dios. Tampoco la naturaleza y el cosmos son Dios (panteísmo). El
Creador, con todo su amor por nosotros, es infinitamente mayor y diferente a
todo lo que él ha creado.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 2112) El primer mandamiento condena
el politeísmo. Exige al hombre no
creer en otros dioses que el Dios verdadero. Y no venerar otras divinidades que
al único Dios. La Escritura recuerda constantemente este rechazo de los
‘ídolos, oro y plata, obra de las manos de los hombres’, que ‘tienen boca y no
hablan, ojos y no ven’. Estos ídolos vanos hacen vano al que les da culto:
‘Como ellos serán los que los hacen, cuantos en ellos ponen su confianza’ (Sal
115, 4-5. 8; cf. Is 44, 9-20; Jr 10, 1-16; Dn 14, 1-30; Ba 6; Sb 13, 1-15. 19).
Dios, por el contrario, es el ‘Dios vivo’ (Jos 3, 10; Sal 42, 3, etc.), que da
vida e interviene en la historia.
Para meditar
(Comentario YouCat) Muchas personas hoy en día
hacen yoga por razones de salud, participan en cursos de meditación
(meditación) para estar en silencio y recogimiento, o asisten a talleres de
danza para hacer una nueva experiencia de su cuerpo. No siempre estas técnicas
son inofensivas. A veces son el instrumento para una doctrina ajena al
cristianismo, el esoterismo. Ningún hombre sensato debe compartir esta
cosmovisión irracional en la que abundan los espíritus, los duendes y los
ángeles (esotéricos), en la que se cree en la magia y los «iniciados» poseen un
conocimiento secreto que se oculta al «pueblo llano». Ya en tiempos del antiguo
Israel se desenmascararon las creencias en dioses y espíritus de los pueblos
vecinos. Sólo Dios es el Señor; no hay ningún otro dios fuera de él. Tampoco
hay ninguna técnica mágica mediante la cual se pueda conjurar «la divinidad»,
imponer sus deseos al universo y salvarse a sí mismo. Mucho del esoterismo es,
desde el punto de vista cristiano, superstición y ocultismo.
(Comentario CIC) (C.I.C 2114) La vida humana se unifica en la
adoración del Dios Único. El mandamiento de adorar al único Señor da unidad al
hombre y lo salva de una dispersión infinita. La idolatría es una perversión
del sentido religioso innato en el hombre. El idólatra es el que ‘aplica a
cualquier cosa, en lugar de a Dios, la indestructible noción de Dios’
(Orígenes, Contra Celsum, 2, 40: PG
11, 161).
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