viernes, 28 de abril de 2017
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 138.
(Respuesta YouCat) En la Iglesia hay laicos
y clérigos (clero). Como hijos de Dios tienen la misma dignidad. Tienen
misiones de igual valor, pero diferentes. La misión de los laicos es orientar
el mundo entero hacia el reino de Dios. Junto a ellos están los ministros
ordenados (clérigos) con los ministerios del gobierno de la Iglesia, de la
enseñanza y de la santificación. En ambos estados de vida hay cristianos que,
en castidad, pobreza y obediencia, se ponen de modo especial al servicio de
Dios (por ejemplo, los religiosos).
Reflecciones
y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C
871) "Son fieles cristianos quienes, incorporados a Cristo por el
bautismo, se integran en el Pueblo de Dios y, hechos partícipes a su modo por
esta razón de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, cada uno según
su propia condición, son llamados a desempeñar la misión que Dios encomendó
cumplir a la Iglesia en el mundo" (CIC canon 204, 1; cf. Lumen gentium, 31).
Para
meditar
(Comentario
YouCat) Todo cristiano tiene la misión de
testimoniar el evangelio con la propia vida. Pero Dios traza un camino propio
para cada persona. A unos los envía como Laicos, para que construyan el reino
de Dios en medio del mundo, en la familia y en el trabajo. Para ello cuentan
con los dones necesarios del Espíritu Santo en el bautismo y la Confirmación. A
otros les encomienda el ministerio pastoral; tienen que gobernar, enseñar y
santificar a su pueblo. Nadie se puede atribuir este encargo; es el Señor mismo
quien lo concede y confiere la fuerza divina mediante el orden sagrado. De este
modo pueden actuar en lugar de Cristo y dispensar los Sacramentos.
(Comentario
CIC) (C.I.C 876) El carácter de servicio del ministerio eclesial está intrínsecamente
ligado a la naturaleza sacramental. En efecto, enteramente dependiente de
Cristo que da misión y autoridad, los ministros son verdaderamente
"siervos de Cristo" (cf. Rm 1, 1), a imagen de Cristo que, libremente
ha tomado por nosotros "la forma de siervo" (Flp 2, 7). Como la
palabra y la gracia de la cual son ministros no son de ellos, sino de Cristo
que se las ha confiado para los otros, ellos se harán libremente siervos de
todos (cf. 1Co 9, 19).
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