lunes, 24 de abril de 2017
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 137.
(Respuesta YouCat) La Higlesia se llama apostólica
porque, fundada sobre los Apóstoles, mantiene su tradición y es guiada por sus
sucesores.
Reflecciones
y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C
857) La Iglesia es apostólica porque está fundada sobre los apóstoles, y esto
en un triple sentido: — Fue y permanece edificada sobre "el fundamento de
los apóstoles" (Ef 2, 20; Ap 21, 14), testigos escogidos y enviados en
misión por el mismo Cristo (cf. Mt 28, 16-20; Hch 1, 8; 1Co 9, 1; 15, 7-8; Ga
1, l; etc.). — guarda y transmite, con la ayuda del Espíritu Santo que habita
en ella, la enseñanza (cf. Hch 2, 42), el buen depósito, las sanas palabras
oídas a los apóstoles (cf. 2Tm 1, 13-14). — sigue siendo enseñada, santificada
y dirigida por los apóstoles hasta la vuelta de Cristo gracias a aquellos que
les suceden en su ministerio pastoral: el colegio de los obispos, "a los
que asisten los presbíteros juntamente con el sucesor de Pedro y Sumo Pastor de
la Iglesia" (Ad gentes, 5):
“Porque no abandonas nunca a tu rebaño, sino que, por medio de los santos
pastores, lo proteges y conservas, y quieres que tenga siempre por guía la
palabra de aquellos mismos pastores a quienes tu Hijo dio la misión de anunciar
el Evangelio” (Prefacio de Apóstoles I:
Misal Romano).
Para
meditar
(Comentario YouCat) Jesús llamó a los Apóstoles como sus más estrechos colaboradores.
Fueron sus testigos oculares. Después de su Resurrección se les apareció en
varias ocasiones. Les concedió el Espíritu Santo y los envió como sus
mensajeros autorizados por todo el mundo. En la Iglesia primitiva eran los
garantes de la unidad. Su misión y poder los transmitieron, mediante la
imposición de las manos, a los Obispos, sus sucesores. Así se hace hasta hoy.
Este proceso se denomina sucesión apostólica.
(Comentario
CIC) (C.I.C 1575) Fue Cristo
quien eligió a los Apóstoles y les hizo partícipes de su misión y su autoridad.
Elevado a la derecha del Padre, no abandona a su rebaño, sino que lo guarda por
medio de los Apóstoles bajo su constante protección y lo dirige también mediante
estos mismos pastores que continúan hoy su obra (Prefacio de Apóstoles I: Misal
Romano). Por tanto, es Cristo "quien da" a unos el ser Apóstoles,
a otros pastores (cf. Ef 4,11). Sigue actuando por medio de los obispos (Lumen gentium, 21).
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