jueves, 21 de julio de 2016
Comentario CIC al YouCat. Pregunta n. 64.
(Respuesta YouCat) Dios, que es amor y el
prototipo de comunión, ha creado al hombre como varón y mujer para que
conjuntamente sean imagen de su esencia.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 369) El hombre y
la mujer son creados, es decir, son queridos por Dios: por una parte, en una
perfecta igualdad en tanto que personas humanas, y por otra, en su ser
respectivo de hombre y de mujer. "Ser hombre", "ser mujer"
es una realidad buena y querida por Dios: el hombre y la mujer tienen una
dignidad que nunca se pierde, que viene inmediatamente de Dios su creador (cf.
Gn 2,7.22). El hombre y la mujer son, con la misma dignidad, "imagen de
Dios". En su "ser-hombre" y su "ser-mujer" reflejan la
sabiduría y la bondad del Creador. (C.I.C 417) Adán y Eva transmitieron
a su descendencia la naturaleza humana herida por su primer pecado, privada por
tanto de la santidad y la justicia originales. Esta privación es llamada
"pecado original".
Para Meditar
(Comentario YouCat) Dios ha hecho al hombre de
modo que sea varón o mujer y anhele la plenitud y La totalidad en el encuentro
con el otro sexo. Los hombres y las mujeres tienen absolutamente la misma
dignidad, pero expresan en el desarrollo creativo de su servaron o mujer
diferentes aspectos de la perfección de Dios. Dios no es varón ni mujer, pero
se ha revelado como padre (Le 6,36) y como madre (Is 66,13). En el amor del
varón y La mujer, especialmente en La comunión del matrimonio, donde varón y
mujer se hacen «una sola carne» (Gen 2,24), los hombres pueden intuir algo de
La felicidad de La unión con Dios, en la que cada hombre encuentra su plenitud
definitiva. Así como el amor de Dios es fiel, también el amor del varón y la mujer
busca ser fiel; y este amor es creador aL modo de Dios, porque del matrimonio
brota nueva vida.
(Comentario
CIC) (C.I.C 370) Dios no es, en modo alguno, a imagen del hombre. No es
ni hombre ni mujer. Dios es espíritu puro, en el cual no hay lugar para la
diferencia de sexos. Pero las "perfecciones" del hombre y de la mujer
reflejan algo de la infinita perfección de Dios: las de una madre (cf. Is
49,14-15; 66,13; Sal 131,2-3) y las de un padre y esposo (cf. Os 11,1-4; Jr
3,4-19).
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