viernes, 24 de junio de 2016
Comentario CIC al YouCat. Pregunta n. 51.
(Respuesta YouCat – repetición) «Dios
permite el mal sólo para hacer surgir de él algo mejor» (Santo Tomás de
Aquino).
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 385) Dios es infinitamente bueno y todas
sus obras son buenas. Sin embargo, nadie escapa a la experiencia del
sufrimiento, de los males en la naturaleza -que aparecen como ligados a los
límites propios de las criaturas-, y sobre todo a la cuestión del mal moral.
¿De dónde viene el mal? Quaerebam unde
malum et non erat exitus ("Buscaba el origen del mal y no encontraba
solución") dice san Agustín (Confessione,
7, 7, 1: PL 32, 739), y su propia búsqueda dolorosa sólo encontrará salida en
su conversión al Dios vivo. Porque "el misterio […] de la iniquidad"
(2Ts 2,7) sólo se esclarece a la luz del "Misterio de la piedad" (1Tm
3,16). La revelación del amor divino en Cristo ha manifestado a la vez la
extensión del mal y la sobreabundancia de la gracia (cf. Rm 5,20). Debemos, por
tanto, examinar la cuestión del origen del mal fijando la mirada de nuestra fe
en el que es su único Vencedor (cf. Lc 11,21-22; Jn 16,11; 1Jn 3,8).
Para meditar
(Comentario
YouCat) El mal en el mundo es un misterio oscuro y doloroso. El mismo
Crucificado preguntó a su Padre: «Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Mt
27,46). Hay muchas cosas incomprensibles. Pero tenemos una certeza: Dios es
totalmente bueno. Nunca puede ser el causante de algo malo. Dios creó el mundo
bueno, pero éste no es aún perfecto. En medio de rebeliones violentas y de
procesos dolorosos se desarrolla hasta su consumación definitiva. De este modo
se puede situar mejor lo que la Iglesia denomina el mal físico, por ejemplo,
una minusvalía de nacimiento o una catástrofe natural. Por el contrario,
losmales morales vienen al mundo por el abuso de la libertad. El «infierno en
la tierra» (niños soldado, ataques de terroristas suicidas, campos de
concentración) es obra de los hombres la mayoría de las veces. Por eso la
cuestión decisiva no es: «¿Cómo se puede creer en un Dios bueno cuando existe
tanto mal?», sino: «¿Cómo podría un hombre con corazón y razón, soportar la
vida en este mundo si no existiera Dios?». La Muerte y la Resurrección de
Jesucristo nos muestran que el mal no tuvo la primera palabra y no tiene
tampoco la última. Del peor de los males hizo Dios salir el bien absoluto.
Creemos que en el Juicio Final Dios pondrá fin a toda injusticia. En la vida
del mundo futuro el mal ya no tiene lugar y el dolor acabará.
Comentario CIC (C.I.C
287) La verdad en la creación es tan importante para
toda la vida humana que Dios, en su ternura, quiso revelar a su pueblo todo lo
que es saludable conocer a este respecto. Más allá del conocimiento natural que
todo hombre puede tener del Creador (cf. Hch 17,24-29; Rom 1,19-20), Dios
reveló progresivamente a Israel el misterio de la creación. El que eligió a los
patriarcas, el que hizo salir a Israel de Egipto y que, al escoger a Israel, lo
creó y formó (cf. Is 43,1), se revela como aquel a quien pertenecen todos los
pueblos de la tierra y la tierra entera, como el único Dios que "hizo el
cielo y la tierra" (Sal 115,15; 124,8; 134,3).
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