viernes, 17 de octubre de 2008
Lc 23, 19-25 Pilato resolvió acceder al pedido del pueblo
(Lc 23, 19-25) Pilato resolvió acceder al pedido del pueblo
[19] A Barrabás lo habían encarcelado por una sedición que tuvo lugar en la ciudad y por homicidio. [20] Pilato volvió a dirigirles la palabra con la intención de poner en libertad a Jesús. [21] Pero ellos seguían gritando: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!». [22] Por tercera vez les dijo: «¿Qué mal ha hecho este hombre? No encuentro en él nada que merezca la muerte. Después de darle un escarmiento, lo dejaré en libertad». [23] Pero ellos insistían a gritos, reclamando que fuera crucificado, y el griterío se hacía cada vez más violento. [24] Al fin, Pilato resolvió acceder al pedido del pueblo. [25] Dejó en libertad al que ellos pedían, al que había sido encarcelado por sedición y homicidio, y a Jesús lo entregó al arbitrio de ellos.
(C.I.C 1925) El bien común comporta tres elementos esenciales: el respeto y la promoción de los derechos fundamentales de la persona; la prosperidad o el desarrollo de los bienes espirituales y temporales de la sociedad; la paz y la seguridad del grupo y de sus miembros. (C.I.C 1926) La dignidad de la persona humana implica la búsqueda del bien común. Cada cual debe preocuparse por suscitar y sostener instituciones que mejoren las condiciones de la vida humana. (C.I.C 1927) Corresponde al Estado defender y promover el bien común de la sociedad civil. El bien común de toda la familia humana requiere una organización de la sociedad internacional. (C.I.C 1915) Los ciudadanos deben cuanto sea posible tomar parte activa en la vida pública. Las modalidades de esta participación pueden variar de un país a otro o de una cultura a otra. ‘Es de alabar la conducta de las naciones en las que la mayor parte posible de los ciudadanos participa con verdadera libertad en la vida pública’ (Gaudium et spes, 31).
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