martes, 14 de octubre de 2008

Lc 22, 63-69 Proferían contra él toda clase de insultos

(Lc 22, 63-69) Proferían contra él toda clase de insultos
[63] Los hombres que custodiaban a Jesús lo ultrajaban y lo golpeaban; [64] y tapándole el rostro, le decían: «Profetiza, ¿quién te golpeó?». [65] Y proferían contra él toda clase de insultos. [66] Cuando amaneció, se reunió el Consejo de los ancianos del pueblo, junto con los sumos sacerdotes y los escribas. Llevaron a Jesús ante el tribunal [67] y le dijeron: «Dinos si eres el Mesías». Él les dijo: «Si yo les respondo, ustedes no me creerán, [68] y si los interrogo, no me responderán. [69] Pero en adelante, el Hijo del hombre se sentará a la derecha de Dios todopoderoso».
(C.I.C 272) La fe en Dios Padre Todopoderoso puede ser puesta a prueba por la experiencia del mal y del sufrimiento. A veces Dios puede parecer ausente e incapaz de impedir el mal. Ahora bien, Dios Padre ha revelado su omnipotencia de la manera más misteriosa en el anonadamiento voluntario y en la Resurrección de su Hijo, por los cuales ha vencido el mal. Así, Cristo crucificado es "poder de Dios y sabiduría de Dios. Porque la necedad divina es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad divina, más fuerte que la fuerza de los hombres" (1Co 2, 24-25). En la Resurrección y en la exaltación de Cristo es donde el Padre "desplegó el vigor de su fuerza" y manifestó "la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes" (Ef 1,19-22). (C.I.C 663) Cristo, desde entonces, está sentado a la derecha del Padre: "Por derecha del Padre entendemos la gloria y el honor de la divinidad, donde el que existía como Hijo de Dios antes de todos los siglos, como Dios y consubstancial al Padre, está sentado corporalmente después de que se encarnó y de que su carne fue glorificada" (San Juan Damasceno, Expositio fidei, 75 [De fide orthodoxa 4, 2]: PG 94, 1104).

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