lunes, 6 de octubre de 2008
Lc 21, 25-28 Hijo del hombre lleno de poder y de gloria
(Lc 21, 25-28) Hijo del hombre lleno de poder y de gloria
[25] Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. [26] Los hombres desfallecerán de miedo ante la expectativa de lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán. [27] Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. [28] Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación».
(C.I.C 675) Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes (cf. Lc 18, 8; Mt 24, 12). La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra (cf. Lc 21, 12; Jn 15, 19-20) desvelará el "Misterio de iniquidad" bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un seudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne (cf. 2Te 2, 4-12; 1Te 5, 2-3;2 Jn 7; 1Jn 2, 18.22).
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