viernes, 27 de julio de 2018
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 337.
(Respuesta YouCat – repeticion) Ningún
hombre se puede salvar a sí mismo. Los cristianos creen que son salvados por
Dios, que para esto ha enviado al mundo a su Hijo Jesucristo. La salvación
significa que somos liberados del poder del pecado por medio del Espíritu Santo
y que hemos salido de la zona de la muerte a una vida sin fin, a una vida en la
presencia de Dios.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1995) El Espíritu Santo es el
maestro interior. Haciendo nacer al ‘hombre interior’ (Rm 7, 22 ; Ef 3, 16), la
justificación implica la santificación
de todo el ser: “Si en otros tiempos ofrecisteis vuestros miembros como
esclavos a la impureza y al desorden hasta desordenaros, ofrecedlos igualmente
ahora a la justicia para la santidad [...] al presente, libres del pecado y
esclavos de Dios, fructificáis para la santidad; y el fin, la vida eterna (Rm
6, 19. 22). (C.I.C 2017) La gracia del Espíritu Santo nos confiere la justicia
de Dios. El Espíritu, uniéndonos por medio de la fe y el Bautismo a la Pasión y
a la Resurrección de Cristo, nos hace participar en su vida.
Para meditar
(Comentario YouCat) San Pablo
declara: «Todos pecaron y están privados de la gloria de Dios» (Rom 3,23). El
pecado no puede existir ante Dios, que es completamente justicia y bondad. Si
el pecado sólo es digno de la nada, ¿qué pasa con el pecador? En su amor, Dios
ha encontrado una vía que aniquila el pecado, pero que salva al pecador. Lo
hace de nuevo estar en su sitio, es decir, justo. Por eso desde antiguo la
redención se denomina también justificación. No nos hacemos justos por nuestras
propias fuerzas. Un hombre no puede ni perdonarse el pecado
ni liberarse de la muerte. Para ello debe actuar Dios en nosotros, y además por
misericordia, no porque lo pudiéramos merecer. Dios nos regala en el Bautismo
«la justicia de Dios por la fe en Jesucristo» (Rom 3,22). Por el Espíritu
Santo, que ha sido derramado en nuestros corazones, somos introducidos en la
Muerte y la Resurrección de Jesucristo, morimos al pecado y nacemos a la vida
nueva en Dios. Fe, esperanza y caridad nos vienen de parte de Dios y nos
capacitan para vivir en la luz y corresponder a la voluntad de Dios.
(Comentario CIC)
(C.I.C 2018) La
justificación, como la conversión, presenta dos aspectos. Bajo la moción de la
gracia, el hombre se vuelve a Dios y se aparta del pecado, acogiendo así el
perdón y la justicia de lo alto. (C.I.C 2019) La justificación entraña la
remisión de los pecados, la santificación y la renovación del hombre interior.
(C.I.C 2020) La justificación nos fue merecida por la Pasión de Cristo. Nos es
concedida mediante el Bautismo. Nos conforma con la justicia de Dios que nos
hace justos. Tiene como finalidad la gloria de Dios y de Cristo y el don de la
vida eterna. Es la obra más excelente de la misericordia de Dios.
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