viernes, 20 de julio de 2018
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 336.
(Respuesta YouCat – repeticion) «No
creáis», dice Jesús en el sermón de la montaña, «que he venido a abolir la Ley
y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud» (Mt 5,17).
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1970) La Ley evangélica entraña la
elección decisiva entre ‘los dos caminos’ (Cf. Mt 7, 13-14) y la práctica de
las palabras del Señor (Cf. Mt 7, 21-27); está resumida en la regla de oro: ‘Todo cuanto queráis que
os hagan los hombres, hacédselo también vosotros; porque ésta es la Ley y los
profetas’ (Mt 7, 12; Cf. Lc 6, 31). Toda la Ley evangélica está contenida en el
‘mandamiento nuevo’ de Jesús (Jn 13,
34): amarnos los unos a los otros como El nos ha amado (Cf. Jn 15, 12).
Para meditar
(Comentario YouCat) La plenitud
de la ley antigua es la ley evangélica, que extrae de aquella todas sus
virtualidades; no añade preceptos exteriores nuevos, pero reforma La raíz de
los actos, el corazón, donde el hombre elige entre Lo bueno y lo malo.
(Comentario CIC) (C.I.C 1971) Al Sermón del monte conviene añadir
la catequesis moral de las enseñanzas
apostólicas, como Rm 12-15; 1Co 12-13; Col 3-4; Ef 4-5, etc. Esta doctrina
transmite la enseñanza del Señor con la autoridad de los Apóstoles,
especialmente exponiendo las virtudes que se derivan de la fe en Cristo y que
anima la caridad, el principal don del Espíritu Santo. ‘Vuestra caridad sea sin
fingimiento […] amándoos cordialmente los unos a los otros [...] con la alegría
de la esperanza; constantes en la tribulación; perseverantes en la oración;
compartiendo las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad’ (Rm
12, 9-13). Esta catequesis nos enseña también a tratar los casos de conciencia
a la luz de nuestra relación con Cristo y con la Iglesia (Cf. Rm 14; 1Co 5,
10).
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