jueves, 26 de julio de 2018

Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 337.


YOUCAT Pregunta n. 337. – Parte IV. ¿Cómo somos salvados?    


(Respuesta YouCat – repeticion) Ningún hombre se puede salvar a sí mismo. Los cristianos creen que son salvados por Dios, que para esto ha enviado al mundo a su Hijo Jesucristo. La salvación significa que somos liberados del poder del pecado por medio del Espíritu Santo y que hemos salido de la zona de la muerte a una vida sin fin, a una vida en la presencia de Dios.    

Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1993) La justificación establece la colaboración entre la gracia de Dios y la libertad del hombre. Por parte del hombre se expresa en el asentimiento de la fe a la Palabra de Dios que lo invita a la conversión, y en la cooperación de la caridad al impulso del Espíritu Santo que lo previene y lo custodia: “Cuando Dios toca el corazón del hombre mediante la iluminación del Espíritu Santo, el hombre no está sin hacer nada en absoluto al recibir aquella inspiración, pueso que puede también rechazarla; y, sin embargo, sin la gracia de Dios, tampoco puede dirigirse, por su voluntad libre, hacia la justicia delante de Él” (Concilio de Trento: DS 1525).      

Para meditar    

(Comentario YouCat) San Pablo declara: «Todos pecaron y están privados de la gloria de Dios» (Rom 3,23). El pecado no puede existir ante Dios, que es completamente justicia y bondad. Si el pecado sólo es digno de la nada, ¿qué pasa con el pecador? En su amor, Dios ha encontrado una vía que aniquila el pecado, pero que salva al pecador. Lo hace de nuevo estar en su sitio, es decir, justo. Por eso desde antiguo la redención se denomina también justificación. No nos hacemos justos por nuestras propias fuerzas. Un hombre no puede ni    perdonarse el pecado ni liberarse de la muerte. Para ello debe actuar Dios en nosotros, y además por misericordia, no porque lo pudiéramos merecer. Dios nos regala en el Bautismo «la justicia de Dios por la fe en Jesucristo» (Rom 3,22). Por el Espíritu Santo, que ha sido derramado en nuestros corazones, somos introducidos en la Muerte y la Resurrección de Jesucristo, morimos al pecado y nacemos a la vida nueva en Dios. Fe, esperanza y caridad nos vienen de parte de Dios y nos capacitan para vivir en la luz y corresponder a la voluntad de Dios.     

(Comentario CIC) (C.I.C 1994) La justificación es la obra más excelente del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús y concedido por el Espíritu Santo. San Agustín afirma que ‘la justificación del impío […] es una obra más grande que la creación del cielo y de la tierra’ […] porque ‘el cielo y la tierra pasarán, mientras […] la salvación y la justificación de los elegidos permanecerán’ (San Agustín, In Johannis evangelium tractatus, 72, 3: PL 35, 1823). Dice incluso que la justificación de los pecadores supera a la creación de los ángeles en la justicia porque manifiesta una misericordia mayor.       

(Continua la Pregunta: ¿Cómo somos salvados?)   

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