lunes, 25 de abril de 2016
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 31. Parte I.
(Respuesta YouCat) Dios revela su nombre
porque quiere que se le pueda invocar.
Reflecciones y puntos a
profundizar (Comentario
CIC) (C.I.C 203)
A su pueblo Israel Dios se reveló dándole a conocer su Nombre. El nombre
expresa la esencia, la identidad de la persona y el sentido de su vida. Dios
tiene un nombre. No es una fuerza anónima. Comunicar su nombre es darse a
conocer a los otros. Es, en cierta manera, comunicarse a sí mismo haciéndose
accesible, capaz de ser más íntimamente conocido y de ser invocado
personalmente. (C.I.C 204) Dios se reveló
progresivamente y bajo diversos nombres a su pueblo, pero la revelación del
Nombre Divino, hecha a Moisés en la teofanía de la zarza ardiente, en el umbral
del Exodo y de la Alianza del Sinaí, demostró ser la revelación fundamental
tanto para la Antigua como para la Nueva Alianza. (C.I.C 205) Dios llama a Moisés desde una zarza que arde sin
consumirse. Dios dice a Moisés: "Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de
Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob" (Ex 3,6). Dios es el Dios de
los padres. El que había llamado y guiado a los patriarcas en sus
peregrinaciones. Es el Dios fiel y compasivo que se acuerda de ellos y de sus
promesas; viene para librar a sus descendientes de la esclavitud. Es el Dios
que más allá del espacio y del tiempo lo puede y lo quiere, y que pondrá en obra
toda su Omnipotencia para este designio.
Para meditar
(Comentario YouCat) Dios no
quiere mantenerse en el anonimato. No quiere ser adorado como un ser meramente
sentido o intuido. Dios quiere ser conocido y ser invocado como el verdadero y
el que actúa. En la zarza ardiente, Dios da a conocer su nombre a Moisés: JHWH
(Éx 3,14). Dios se hace invocable para su pueblo, pero continúa siendo el Dios
escondido, el misterio presente. Por respeto a Dios el pueblo de Israel no
pronunciaba (ni pronuncia) el nombre de Dios y lo sustituye por el apelativo
Adonai (Señor). Justamente esta palabra es la que usa el Nuevo Testamento,
cuando glorifica a Jesús como verdadero Dios: «Jesús es Señor» (Rom 10,9).
(Comentario CIC) (C.I.C 230) Dios
al revelarse sigue siendo Misterio inefable: "Si lo comprendieras, no
sería Dios" (San Agustín, Sermo, 52, 6, 16: PL 38, 360). (C.I.C
231) El Dios de nuestra fe se ha revelado como El que
es; se ha dado a conocer como "rico en amor y fidelidad" (Ex 34,6).
Su Ser mismo es Verdad y Amor.
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