viernes, 8 de abril de 2016
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 21. Parte II.
(Respuesta YouCat – repeticion) La fe
es saber y confiar. Tiene siete rasgos: • La fe es un puro don de Dios, que
recibimos, si lo pedimos ardientemente. • La fe es la fuerza sobrenatural que
nos es necesaria para obtener la salvación. • La fe exige la voluntad libre y
el entendimiento lúcido del hombre cuando acepta la invitación divina. • La fe
es absolutamente cierta, porque tiene la garantía de Jesús. • La fe es
incompleta mientras no sea efectiva en el amor. • La fe aumenta si escuchamos
con más atención la voz de Dios y mediante la oración estamos en un intercambio
vivo con él. • La fe nos permite ya ahora gustar por adelantado la alegría del
cielo.
Reflecciones y puntos a
profundizar (Comentario
CIC) (C.I.C 154) Sólo es posible creer por la gracia
y los auxilios interiores del Espíritu Santo. Pero no es menos cierto que creer
es un acto auténticamente humano. No es contrario ni a la libertad ni a la
inteligencia del hombre depositar la confianza en Dios y adherirse a las
verdades por él reveladas. Ya en las relaciones humanas no es contrario a
nuestra propia dignidad creer lo que otras personas nos dicen sobre ellas
mismas y sobre sus intenciones, y prestar confianza a sus promesas (como, por
ejemplo, cuando un hombre y una mujer se casan), para entrar así en comunión
mutua. Por ello, es todavía menos contrario a nuestra dignidad "presentar
por la fe la sumisión plena de nuestra inteligencia y de nuestra voluntad al
Dios que revela" (Concilio Vaticano I: DS 3008) y entrar así en comunión
íntima con Él. (C.I.C 155) En la fe, la
inteligencia y la voluntad humanas cooperan con la gracia divina: "Creer
es un acto del entendimiento que asiente a la verdad divina por imperio de la
voluntad movida por Dios mediante la gracia" (Santo Tomás de Aquino, Summa
theologiae 2-2, 2, 9; cf. Concilio Vaticano I: DS 3010).
Para meditar
(Comentario YouCat) Muchos
dicen que creer les parece poco, que quieren saber. Pero la palabra «creer»
tiene dos significados diferentes: cuando un paracaidista pregunta al empleado
del aeropuerto: «¿Está bien preparado el paracaídas?», y aquél le responde,
indiferente: «Creo que sí», no será suficiente para él; esto quiere saberlo
seguro. Pero si ha pedido a un amigo que le prepare el paracaídas, éste le
contestará a la misma pregunta: «Sí, lo he hecho personalmente. ¡Puedes confiar
en mí!». Y el paracaidista replicará: «Te creo». Esta fe es mucho más que
saber: es certeza. Y ésta es la fe que hizo partir a Abraham a la tierra
prometida, ésta es la fe que hizo que los Mártires perseveraran hasta la
muerte, ésta es la fe que aún hoy mantiene en pie a los cristianos perseguidos.
Una fe que afecta a todo el hombre.
(Comentario CIC) (C.I.C 156) El motivo
de creer no radica en el hecho de que las verdades reveladas aparezcan como
verdaderas e inteligibles a la luz de nuestra razón natural. Creemos "a
causa de la autoridad de Dios mismo que revela y que no puede engañarse ni
engañarnos" (Concilio Vaticano I: DS 3008). "Sin embargo, para que el
homenaje de nuestra fe fuese conforme a la razón, Dios ha querido que los
auxilios interiores del Espíritu Santo vayan acompañados de las pruebas
exteriores de su revelación" (Concilio Vaticano I: DS 3009). Los milagros
de Cristo y de los santos (cf. Mc 16,20; Hch 2,4), las profecías, la
propagación y la santidad de la Iglesia, su fecundidad y su estabilidad
"son signos certísimos de la Revelación divina, adaptados a la
inteligencia de todos" (Concilio Vaticano I: DS 3009), motivos de
credibilidad que muestran que “el asentimiento de la fe no es en modo alguno un
movimiento ciego del espíritu” (Concilio Vaticano I: DS 3010).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario