jueves, 3 de agosto de 2017

Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 173.



YOUCAT Pregunta n. - 173 ¿Y para qué necesitamos en realidad los sacramentos?


(Respuesta YouCat) Necesitamos los sacramentos para transformar nuestra pequeña vida humana y por medio de Jesús llegar a ser como Jesús: hijos de Dios en libertad y esplendor.     

Reflecciones y puntos a profundizar  (Comentario CIC) (C.I.C 1129) La Iglesia afirma que para los creyentes los sacramentos de la Nueva Alianza son necesarios para la salvación (cf. Concilio de Trento: DS 1604). La "gracia sacramental" es la gracia del Espíritu Santo dada por Cristo y propia de cada sacramento. El Espíritu cura y transforma a los que lo reciben conformándolos con el Hijo de Dios. El fruto de la vida sacramental consiste en que el Espíritu de adopción deifica (cf. 2 P 1,4) a los fieles uniéndolos vitalmente al Hijo único, el Salvador.       

Para meditar   

(Comentario YouCat) En el Bautismo los hijos perdidos de los hombres se convierten en hijos protegidos de Dios; mediante la Confirmación los débiles se convierten en fuertes; mediante La Confesión Los culpables se convierten en reconciliados; mediante la Eucaristía los hambrientos se convierten en pan para otros; mediante el Matrimonio y mediante el Orden sacerdotal los individualistas se convierten en servidores del amor; mediante la Unción de los enfermos los desesperados se convierten en hombres con confianza. El sacramento de todos los sacramentos es Cristo mismo. En él podemos dejar la perdición de l’egoísmo y entramos en la verdadera vida, que no cesa nunca.

(Comentario CIC) (C.I.C 2003) La gracia es, ante todo y principalmente, el don del Espíritu que nos justifica y nos santifica. Pero la gracia comprende también los dones que el Espíritu Santo nos concede para asociarnos a su obra, para hacernos capaces de colaborar en la salvación de los otros y en el crecimiento del Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. Estas son las gracias sacramentales, dones propios de los distintos sacramentos. Hay además gracias especiales, llamadas también carismas, según el término griego empleado por san Pablo, y que significa favor, don gratuito, beneficio (cf. Lumen gentium,  12). Cualquiera que sea su carácter, a veces extraordinario, como el don de milagros o de lenguas, los carismas están ordenados a la gracia santificante y tienen por fin el bien común de la Iglesia. Están al servicio de la caridad, que edifica la Iglesia (cf. 1Co 12).   

(Siguiente Pregunta: ¿Por qué no es suficiente la fe en Jesucristo? ¿Para qué nos da Dios además los sacramentos?)     

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