miércoles, 6 de enero de 2016

575. ¿Cómo fortalecer nuestra confianza filial? (Segunda parte - continuación)



575. ¿Cómo fortalecer nuestra confianza filial? (Segunda parte - continuación)   


(Compendio 575 - repetición) La confianza filial se pone a prueba cuando pensamos que no somos escuchados. Debemos preguntarnos, entonces, si Dios es para nosotros un Padre cuya voluntad deseamos cumplir, o más bien un simple medio para obtener lo que queremos. Si nuestra oración se une a la de Jesús, sabemos que Él nos concede mucho más que este o aquel don, pues recibimos al Espíritu Santo, que transforma nuestro corazón.

Resumen

(C.I.C 2756) La confianza filial se pone a prueba cuando tenemos el sentimiento de no ser siempre escuchados. El Evangelio nos invita a conformar nuestra oración al deseo del Espíritu.   

Profundizar y modos de explicaciones

(C.I.C 2737) "No tenéis porque no pedís. Pedís y no recibís porque pedís mal, con la intención de malgastarlo en vuestras pasiones" (St 4, 2-3; cf. todo el contexto St 4, 1-10; 1, 5-8; 5, 16). Si pedimos con un corazón dividido, "adúltero" (St 4, 4), Dios no puede escucharnos porque Él quiere nuestro bien, nuestra vida. "¿Pensáis que la Escritura dice en vano: Tiene deseos ardientes el espíritu que Él ha hecho habitar en nosotros" (St 4,5)? Nuestro Dios está "celoso" de nosotros, lo que es señal de la verdad de su amor. Entremos en el deseo de su Espíritu y seremos escuchados: “No pretendas conseguir inmediatamente lo que pides, como si lograrlo dependiera de ti, pues Él quiere concederte sus dones cuando perseveras en la oración” (Evagrio Pontico, De oratione, 34: PG 79, 1173). Él quiere “que nuestro deseo sea probado en la oración. Así nos dispone para recibir lo que él está dispuesto a darnos” (San Agustín, Epistula 130, 8, 17: PL 33, 500).     

Para la reflexión

(C.I.C 2738) La revelación de la oración en la Economía de la salvación enseña que la fe se apoya en la acción de Dios en la historia. La confianza filial es suscitada por medio de su acción por excelencia: la Pasión y la Resurrección de su Hijo. La oración cristiana es cooperación con su Providencia y su designio de amor hacia los hombres. (Continua

(Continua la pregunta: ¿Cómo fortalecer nuestra confianza filial?)  

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