domingo, 31 de enero de 2016
588. ¿Qué significa «Santificado sea tu Nombre»? (Tercera parte - continuación)
(Compendio 588
- repetición) Santificar el Nombre de Dios es, ante todo, una
alabanza que reconoce a Dios como Santo. En efecto, Dios ha revelado su santo
Nombre a Moisés, y ha querido que su pueblo le fuese consagrado como una nación
santa en la que Él habita.
Resumen
(C.I.C 2858) Al
pedir: "Santificado sea tu Nombre" entramos en el plan de Dios, la
santificación de su Nombre - revelado a Moisés, después en Jesús - por nosotros
y en nosotros, lo mismo que en toda nación y en cada hombre.
Profundizar y modos
de explicaciones
(C.I.C 2811) A
pesar de la Ley santa que le da y le vuelve a dar el Dios Santo (cf. Lv 19, 2:
"Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios soy santo"), y aunque
el Señor "tuvo respeto a su Nombre" y usó de paciencia, el pueblo se
separó del Santo de Israel y "profanó su Nombre entre las naciones"
(cf. Ez 20, 36). Por eso, los justos de la Antigua Alianza, los pobres que
regresaron del exilio y los profetas se sintieron inflamados por la pasión por
su Nombre.
Para la reflexión
(C.I.C 2812)
Finalmente, el Nombre de Dios Santo se nos ha revelado y dado, en la carne, en
Jesús, como Salvador (cf. Mt 1, 21; Lc 1, 31): revelado por lo que Él es, por su Palabra y por su Sacrificio (cf. Jn 8,
28; 17, 8; 17, 17-19). Esto es el núcleo de su oración sacerdotal: "Padre
santo... por ellos me consagro a mí mismo, para que ellos también sean
consagrados en la verdad" (Jn 17, 19). Jesús nos "manifiesta" el
Nombre del Padre (Jn 17, 6) porque "santifica" Él mismo su
Nombre (cf. Ez 20, 39; 36, 20-21). Al terminar su Pascua, el Padre le da el
Nombre que está sobre todo nombre: Jesús es Señor para gloria de Dios Padre
(cf. Flp 2, 9-11). [Fin]
sábado, 30 de enero de 2016
588. ¿Qué significa «Santificado sea tu Nombre»? (Segunda parte - continuación)
588. ¿Qué significa «Santificado sea tu Nombre»? (Segunda parte - continuación)
(Compendio 588
- repetición) Santificar el Nombre de Dios es, ante todo, una
alabanza que reconoce a Dios como Santo. En efecto, Dios ha revelado su santo
Nombre a Moisés, y ha querido que su pueblo le fuese consagrado como una nación
santa en la que Él habita.
Resumen
(C.I.C 2858) Al
pedir: "Santificado sea tu Nombre" entramos en el plan de Dios, la
santificación de su Nombre - revelado a Moisés, después en Jesús - por nosotros
y en nosotros, lo mismo que en toda nación y en cada hombre.
Profundizar y modos
de explicaciones
(C.I.C 2809) La
santidad de Dios es el hogar inaccesible de su misterio eterno. Lo que se
manifiesta de él en la creación y en la historia, la Escritura lo llama Gloria, la irradiación de su Majestad
(cf. Sal 8; Is 6, 3). Al crear al hombre "a su imagen y semejanza"
(Gn 1, 26), Dios "lo corona de gloria" (Sal 8, 6), pero al pecar, el
hombre queda "privado de la Gloria de Dios" (Rm 3, 23). A partir de
entonces, Dios manifestará su Santidad revelando y dando su Nombre, para
restituir al hombre "a la imagen de su Creador" (Col 3, 10).
Para la reflexión
(C.I.C 2810) En
la promesa hecha a Abraham y en el juramento que la acompaña (cf. Hb 6, 13),
Dios se compromete a sí mismo sin revelar su Nombre. Empieza a revelarlo a
Moisés (cf. Ex 3, 14) y lo manifiesta a los ojos de todo el pueblo salvándolo
de los egipcios: "se cubrió de Gloria" (Ex 15, 1). Desde la Alianza
del Sinaí, este pueblo es "suyo" y debe ser una "nación
santa" (cf. Ex 19, 5-6) (o “consagrada”, que es la misma palabra en
hebreo), porque el Nombre de Dios habita en él.
(Continua)
(Continua la pregunta: ¿Qué significa «Santificado sea tu Nombre»?)
viernes, 29 de enero de 2016
588. ¿Qué significa «Santificado sea tu Nombre»? (Primera parte)
588. ¿Qué significa «Santificado sea tu Nombre»? (Primera parte)
(Compendio
588) Santificar el Nombre de Dios es, ante todo, una alabanza que reconoce a
Dios como Santo. En efecto, Dios ha revelado su santo Nombre a Moisés, y ha
querido que su pueblo le fuese consagrado como una nación santa en la que Él
habita.
Resumen
(C.I.C 2858) Al
pedir: "Santificado sea tu Nombre" entramos en el plan de Dios, la
santificación de su Nombre - revelado a Moisés, después en Jesús - por nosotros
y en nosotros, lo mismo que en toda nación y en cada hombre.
Profundizar y modos
de explicaciones
(C.I.C 2807 El
término "santificar" debe entenderse aquí, en primer lugar, no en su
sentido causativo (solo Dios santifica, hace santo) sino sobre todo en un
sentido estimativo: reconocer como santo, tratar de una manera santa. Así es
como, en la adoración, esta invocación se entiende a veces como una alabanza y
una acción de gracias (cf. Sal 111, 9; Lc 1, 49). Pero esta petición es
enseñada por Jesús como algo a desear profundamente y como proyecto en que Dios
y el hombre se comprometen. Desde la primera petición a nuestro Padre, estamos
sumergidos en el misterio íntimo de su Divinidad y en el drama de la salvación
de nuestra humanidad. Pedirle que su Nombre sea santificado nos implica en
"el benévolo designio que él se propuso de antemano (Ef 1, 9) para que
nosotros seamos "santos e inmaculados en su presencia, en el amor"
(Ef 1, 4).
Para la reflexión
(C.I.C 2808) En
los momentos decisivos de su Economía, Dios revela su Nombre, pero lo revela
realizando su obra. Esta obra no se realiza para nosotros y en nosotros más que
si su Nombre es santificado por nosotros y en nosotros. (Continua)
(Continua la pregunta: ¿Qué significa «Santificado sea tu Nombre»?)
jueves, 28 de enero de 2016
587. ¿Cómo está compuesta la oración del Señor? (Segunda parte - continuación)
587. ¿Cómo está compuesta la oración del Señor? (Segunda parte - continuación)
(Compendio 587
– repetición) La oración del Señor contiene siete peticiones a
Dios Padre. Las tres primeras, más teologales, nos atraen hacia Él, para su
gloria, pues lo propio del amor es pensar primeramente en Aquel que amamos.
Estas tres súplicas sugieren lo que, en particular, debemos pedirle: la santificación
de su Nombre, la venida de su Reino y la realización de su voluntad. Las cuatro
últimas peticiones presentan al Padre de misericordia nuestras miserias y
nuestras esperanzas: le piden que nos alimente, que nos perdone, que nos
defienda ante la tentación y nos libre del Maligno.
Resumen
(C.I.C 2857) En
el Padre Nuestro, las tres primeras peticiones tienen por objeto la Gloria del
Padre: la santificación del nombre, la venida del reino y el cumplimiento de la
voluntad divina. Las otras cuatro presentan al Padre nuestros deseos: estas peticiones
conciernen a nuestra vida para alimentarla o para curarla del pecado y se
refieren a nuestro combate por la victoria del Bien sobre el Mal.
Profundizar y modos
de explicaciones
(C.I.C 2805) El
segundo grupo de peticiones se desenvuelve en el movimiento de ciertas
epíclesis eucarísticas: son la ofrenda de nuestra esperanza y atrae la mirada
del Padre de las misericordias. Brota de nosotros y nos afecta ya ahora, en
este mundo: "danos [...] perdónanos [...] no nos dejes [...] líbranos".
La cuarta y la quinta petición se refieren a nuestra vida como tal, sea para
alimentarla, sea para curarla del pecado; las dos últimas se refieren a nuestro
combate por la victoria de la vida, el combate mismo de la oración.
Para la reflexión
(C.I.C 2806)
Mediante las tres primeras peticiones somos afirmados en la fe, llenos de
esperanza y abrasados por la caridad. Como criaturas y pecadores todavía,
debemos pedir para nosotros, un "nosotros" que abarca el mundo y la
historia, que ofrecemos al amor sin medida de nuestro Dios. Porque nuestro
Padre cumple su plan de salvación para nosotros y para el mundo entero por
medio del Nombre de Cristo y del Reino del Espíritu Santo. [Fin]
(Siguiente pregunta: ¿Qué significa «Santificado sea tu Nombre»?)
miércoles, 27 de enero de 2016
587. ¿Cómo está compuesta la oración del Señor? (Primera parte)
587. ¿Cómo está compuesta la oración del Señor? (Primera parte)
(Compendio
587) La oración del Señor contiene siete peticiones a Dios Padre. Las tres
primeras, más teologales, nos atraen hacia Él, para su gloria, pues lo propio
del amor es pensar primeramente en Aquel que amamos. Estas tres súplicas
sugieren lo que, en particular, debemos pedirle: la santificación de su Nombre,
la venida de su Reino y la realización de su voluntad. Las cuatro últimas
peticiones presentan al Padre de misericordia nuestras miserias y nuestras
esperanzas: le piden que nos alimente, que nos perdone, que nos defienda ante
la tentación y nos libre del Maligno.
Resumen
(C.I.C 2857) En
el Padre Nuestro, las tres primeras peticiones tienen por objeto la Gloria del
Padre: la santificación del nombre, la venida del reino y el cumplimiento de la
voluntad divina. Las otras cuatro presentan al Padre nuestros deseos: estas
peticiones conciernen a nuestra vida para alimentarla o para curarla del pecado
y se refieren a nuestro combate por la victoria del Bien sobre el Mal.
Profundizar y modos
de explicaciones
(C.I.C 2803)
Después de habernos puesto en presencia de Dios nuestro Padre para adorarle,
amarle y bendecirle, el Espíritu filial hace surgir de nuestros corazones siete
peticiones, siete bendiciones. Las tres primeras, más teologales, nos atraen
hacia la Gloria del Padre; las cuatro últimas, como caminos hacia Él, ofrecen nuestra miseria a su Gracia.
"Abismo que llama al abismo" (Sal 42, 8). .
Para la reflexión
(C.I.C 2804) El
primer grupo de peticiones nos lleva hacia Él,
para Él: ¡tu
Nombre, tu Reino, tu Voluntad! Lo propio del amor es
pensar primeramente en Aquél que amamos. En cada una de estas tres peticiones,
nosotros no "nos" nombramos, sino que lo que nos mueve es "el
deseo ardiente", "el ansia" del Hijo amado, por la Gloria de su
Padre (cf. Lc 22, 14; 12, 50): "Santificado sea [...] venga [...] hágase
[...]": estas tres súplicas ya han sido escuchadas en el Sacrificio de
Cristo Salvador, pero ahora están orientadas, en la esperanza, hacia su
cumplimiento final mientras Dios no sea todavía todo en todos (cf. 1Co 15, 28)
(Continua)
(Continua la pregunta: ¿Cómo está compuesta la oración del Señor?)
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