sábado, 27 de julio de 2013

Jr 1, 6 Ah, Señor! Mira que no sé hablar



(Jr 1, 6) Ah, Señor! Mira que no sé hablar

6 Yo respondí: «¡Ah, Señor! Mira que no sé hablar, porque soy demasiado joven». 
(C.I.C 2584) A solas con Dios, los profetas extraen luz y fuerza para su misión. Su oración no es una huida del mundo infiel, sino una escucha de la palabra de Dios, es, a veces un debatirse o una queja, y siempre una intercesión que espera y prepara la intervención del Dios salvador, Señor de la historia (cf. Am 7, 2. 5; Is 6, 5. 8. 11; Jr 1, 6; 15, 15-18; 20, 7-18).  

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