martes, 11 de junio de 2013
Is 9, 5 Porque un niño nos ha sido dado. Príncipe de la paz
5 Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido
dado. La soberanía reposa sobre sus hombros y se le da por nombre: «Consejero
maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz».
(C.I.C 2305) La paz terrenal es imagen y fruto de la paz de Cristo, el ‘Príncipe de la paz’
mesiánica (Is 9, 5). Por la sangre de su cruz, ‘dio muerte al odio en su carne’
(Ef 2, 16; cf. Col 1, 20-22), reconcilió con Dios a los hombres e hizo de su
Iglesia el sacramento de la unidad del género humano y de su unión con Dios.
‘El es nuestra paz’ (Ef 2, 14). Declara ‘bienaventurados a los que construyen
la paz’ (Mt 5, 9).
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