domingo, 23 de junio de 2013
Is 41, 5. 8-9 Tú eres mi servidor, yo te elegí y no te rechacé
5 Las costas lo ven y sienten temor, tiemblan los
confines de la tierra: ¡Ya se acercan, ya llegan! - 8 Pero tú, Israel, mi servidor, Jacob, a quien yo elegí, descendencia de
Abraham, mi amigo; 9 tú, a quien tomé de los confines de la tierra y llamé de
las regiones más remotas, yo te dije: «Tú eres mi servidor, yo te elegí y no te
rechacé».
(C.I.C 713) Los rasgos del Mesías se revelan sobre todo en
los Cantos del Siervo (cf. Is 42, 1-9; cf. Mt 12, 18-21; Jn 1, 32-34; y también
Is 49, 1-6; cf. Mt 3, 17; Lc 2, 32, y por último Is 50, 4-10 y 52, 13-53, 12).
Estos cantos anuncian el sentido de la Pasión de Jesús, e indican así cómo enviará
el Espíritu Santo para vivificar a la multitud: no desde fuera, sino
desposándose con nuestra "condición de esclavos" (Flp 2, 7). Tomando
sobre sí nuestra muerte, puede comunicarnos su propio Espíritu de vida.
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