jueves, 30 de mayo de 2013
Is 1, 6 ¡Heridas, contusiones, llagas vivas!
6 de la planta de los pies a la cabeza, no hay nada
intacto: ¡heridas, contusiones, llagas vivas, que no han sido curadas ni
vendadas, ni aliviadas con aceite!
(C.I.C 1293) En el rito de este
sacramento conviene considerar el signo de la unción y lo que la unción designa e imprime: el sello espiritual. La unción, en el simbolismo bíblico y
antiguo, posee numerosas significaciones: el aceite es signo de abundancia (cf.
Dt 11,14, etc.) y de alegría (cf. Sal 23,5; 104,15); purifica (unción antes y
después del baño) y da agilidad (la unción de los atletas y de los luchadores);
es signo de curación, pues suaviza las contusiones y las heridas (cf. Is 1,6;
Lc 10,34) y el ungido irradia belleza, santidad y fuerza.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario